La caza en palomeras es una técnica tradicional de caza practicada principalmente en algunas regiones de España[1], especialmente en áreas rurales de la comunidad autónoma de Navarra y otras partes del país. Esta modalidad se basa en la captura de palomas mediante una serie de trampas y métodos que imitan el comportamiento natural de las aves. La caza en palomeras tiene una larga historia, y aunque en algunos casos se ha visto como una forma de supervivencia, en la actualidad es principalmente una actividad recreativa o control de poblaciones.
La caza de palomas en palomeras tiene sus raíces en la Edad Media, cuando se utilizaban métodos más rudimentarios para la captura de aves, tanto para el consumo humano como para la comercialización. En sus orígenes, las palomeras se usaban en zonas de cultivos para evitar que las palomas se alimentaran de los sembrados, lo que las hacía un método eficaz para controlar la población de estas aves. Con el tiempo, la técnica fue perfeccionándose y se convirtieron en espacios especialmente diseñados para atraer a las palomas, utilizando cebos y otras estrategias.
Las palomeras son estructuras construidas generalmente con materiales como madera y redes, situadas en áreas donde las palomas suelen alimentarse o anidar. La técnica de caza en palomeras se basa en atraer a las palomas a un espacio cerrado donde, mediante el uso de la escopeta, redes o jaulas se logra abatirlas o atraparlas.[2]
La construcción de una palomera implica la creación de un sistema de cebos que puede incluir maíz, trigo u otros granos que las palomas encuentran atractivos. Los cazadores también suelen utilizar palomas ya domesticadas o entrenadas para actuar como señuelos, lo que incrementa las probabilidades de atraer a más aves hacia la trampa.
En muchas regiones, la caza de palomas en palomeras está regulada por leyes específicas que buscan equilibrar la actividad con la conservación de las especies y el respeto a los ecosistemas locales. En algunas áreas, la práctica está permitida solo durante ciertas épocas del año y con cuotas de captura limitadas para evitar la sobreexplotación de las poblaciones de palomas.
Por otro lado, la caza en palomeras ha sido objeto de debate en términos de su impacto en la fauna local y su ética. Mientras algunos defienden la práctica como una tradición cultural y un método eficaz de control de especies invasoras, otros cuestionan su relevancia en la actualidad, especialmente considerando el avance de métodos más modernos y sostenibles de manejo de fauna.
A pesar de la controversia, la caza en palomeras sigue siendo una práctica popular en ciertas comunidades rurales de España y gran parte de Francia, donde se conserva como parte del patrimonio cultural. Sin embargo, en los últimos años ha disminuido debido a la modernización de las técnicas de caza y a la creciente preocupación por la protección de las aves y el medio ambiente.[3]
Hoy en día, la caza en palomeras es principalmente una actividad recreativa para muchos cazadores, quienes valoran tanto la tradición como el aspecto social y comunitario de la caza. Esta actividad la practican alrededor de 200.000 personas.
En las palomeras se caza normalmente palomas como bien índica su nombre, aunque también se puedes cazar malvices. A las palomeras se suele acudir con amigos para pasar la mañana y la tarde.
Las palomas migran desde el norte de Europa ( Rusia, Suecia, Finlandia, Lituania ...) hasta España. Esta hacen este recorrido pasando desde los paises del norte hasta España recorriendo Francia, Alemania, Suiza, Andorra... Normalmente pasan 3 millones de palomas al año la frontera de Francia a España.