El castillo y la muralla de Castroverde de Campos constituyeron el sistema defensivo medieval de la villa de Castroverde de Campos, en la provincia de Zamora (). El conjunto, documentado desde época altomedieval, articulaba un alcázar o castillo en el borde oriental del núcleo y una cerca de tapial alrededor de la población. Hoy subsisten restos muy fragmentarios: dos lienzos de muralla casi irreconocibles en el noreste y parte de un torreón del castillo, con puerta apuntada y aspillera.[1][2]
Castillo y muralla de Castroverde de Campos | ||
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![]() Escudo municipal de Castroverde de Campos. | ||
Ubicación | ||
País |
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Comunidad |
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Provincia | Zamora | |
Ubicación | Castroverde de Campos | |
Características | ||
Tipo | Castillo y Muralla urbana | |
Materiales | Tapial y mampostería (cerca); sillería en torreón | |
Estado | Restos dispersos e integrados en el caserío; un torreón parcial | |
Visitable | Acceso exterior libre | |
Historia | ||
Construido | Principalmente siglo XII (desarrollos y reformas posteriores) | |
La primera mención del lugar data del 916, cuando aparece como Castrum Viride in Campis Gotorum en un documento de Ordoño II de León, lo que sugiere la existencia de un enclave fortificado desde época temprana.[2] Durante el siglo XII, la villa se consolidó como bastión leonés en la frontera de Tierra de Campos. En 1129 figura como tenencia de la infanta Elvira de León, hija de Alfonso VI de León, y posteriormente estuvo bajo el control del conde Ponce de Cabrera.[1]
Las guerras entre León y Castilla convirtieron a Castroverde en plaza disputada. Entre 1165 y 1168 fue sitiada por Alfonso VIII de Castilla, aunque resistió gracias a las defensas de Fernando II de León. En 1197 cayó brevemente en manos castellano-navarras, defendida por el conde Fernando Rodríguez de Cabrera, lo que muestra la relevancia militar de la villa.[3]
En 1199, Alfonso IX de León entregó el castillo como parte de las arras matrimoniales de la infanta Berenguela de Castilla. Poco después, el Tratado de Cabreros (1206) resolvió que Castroverde permaneciera en la órbita leonesa.[2] Ese mismo monarca otorgó un fuero a la villa (ca. 1200–1202), ampliando su alfoz y reforzando su papel como núcleo de repoblación.[1]
En los siglos XIII y XIV, tras la unión definitiva de León y Castilla (1230), el enclave perdió su función estratégica de frontera, aunque siguió teniendo importancia local. En 1262 los vecinos protagonizaron enfrentamientos con la Orden de San Juan por cuestiones jurisdiccionales. Con el tiempo, el castillo fue perdiendo valor militar y se fue arruinando.
El castillo se levantaba en el extremo oriental del caserío, sobre un pequeño altozano junto al Valderaduey, con aspecto de fortificación de mota. El barrio denominado El Alcázar recuerda su emplazamiento original. Se conserva parte de un torreón construido en sillería, con dos lienzos (sur y este) que mantienen la puerta ojival de ingreso, una aspillera y restos de tres plantas.[2][1]
La muralla cercaba la villa con trazado ovalado, en tapial reforzado con mampostería. Se documentan varias puertas, como la Puerta de la Villa de las Piedras y la Puerta del Pozo del Molino. Hoy apenas quedan paredones dispersos en el noreste e integraciones en viviendas. Los nombres de Ronda de Arriba y Ronda de Abajo evocan el circuito de la cerca medieval.[1]
Castroverde fue propuesto antiguamente como sede de la vaccea Intercatia, hipótesis hoy descartada, aunque se reconocen restos vacceos y romanos en su entorno.[2] En el paraje de El Tesoro–La Carralina se halló un horno tardo-romano con fragmentos de cerámica, posiblemente parte de una villa.[4] También se conservan vestigios de calzada y un puente de origen romano remodelado en época medieval.
El enclave se sitúa en las llanuras cerealistas de Tierra de Campos, dominando la vega del Río Valderaduey. El entorno conserva elementos etnográficos en adobe (palomares, bodegas) y se halla próximo a las Lagunas de Villafáfila, zona de gran valor ecológico.[5]
Los restos visibles son escasos: un torreón de sillería, paredones en el noreste y materiales reutilizados en viviendas. El conjunto se encuentra en ruina progresiva.[2] No constan proyectos de restauración significativos.
El conjunto goza de la protección genérica del Decreto de 22 de abril de 1949 sobre castillos y de la Ley 16/1985, de Patrimonio Histórico Español, que lo consideran Bien de Interés Cultural.[6][7]