El castillo de Martinuzzi, también conocido como castillo de Alvinc,[1] es un castillo medieval en Vințu de Jos, en la región de Transilvania en Rumania. La fortaleza fue una de las obras más antiguas e influyentes del estilo renacentista italiano en Transilvania.[2][3] Sus ruinas están clasificadas como patrimonio nacional, identificadas bajo el código AB-II-mB-00394 en el Registro Nacional de Monumentos Históricos de Rumania.
Castillo de Martinuzzi | ||
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Castelul Martinuzzi | ||
Monumento histórico de Rumanía | ||
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Ubicación | ||
País | Rumania | |
Ubicación | Vințu de Jos | |
Coordenadas | 45°59′50″N 23°28′44″E / 45.997222, 23.478889 | |
Características | ||
Tipo | Palacio y Ruinas | |
Historia | ||
Construcción | 1546 | |
Información general | ||
Estado | ruinas | |
En 1546, el arzobispo Jorge Martinuzzi recibió las tierras de la región del Alvinc, en las cuales se encontraba un monasterio del siglo XIV de la orden dominicana. El arzobispo ordenó su demolición y la construcción de un castillo.[4]
En la noche del 16 al 17 de diciembre de 1551, Jorge Martinuzzi fue asesinado dentro de los muros del castillo por el general Giovanni Battista Castaldo.[1]
En 1601 los arquitectos italianos Simone y Fulvio Genga fueron acusados de intrigas políticas y asesinados en las mazmorras del castillo por el general Basta.[5] Entre 1658 y 1661 la fortaleza fue dañada por ataques otomanos y tártaros.[5] En 1680, el metropolitano Sava Brancović fue encarcelado por Miguel Apafi I en las mazmorras del castillo.[5]
En 1715, el castillo pasó a ser propiedad de la Iglesia católica en Transilvania y funcionó como residencia episcopal de verano. En 1792, mientras estaba ocupada por Ignác Batthyány, la propiedad se incendió y luego fue reparada.
Durante el régimen comunista de Rumanía, el castillo siguió deteriorándose y se utilizó como almacén industrial, granero y planta procesadora de carne. Las partes del norte de la estructura se derrumbaron en 1981.[5]
Después de la revolución rumana de 1989, el castillo fue abandonado y las ruinas se enfrentan a un colapso inminente.[6]
La tradición oral sugiere que Castaldo asesinó a Martinuzzi en un intento de recuperar un alijo de monedas antiguas, que se rumoreaba que el cardenal había adquirido de un pescador local y escondido en el castillo.[5]