El caso familia Smurl, también conocido como el Embrujo de los Smurl, fue una investigación de 1986 sobre supuestos fenómenos paranormales experimentados por una familia en West Pittston, ciudad estadounidense de Pensilvania, entre 1974 y 1989.[1]
Los Smurl, una familia de ocho miembros, se mudaron a una casa de dos pisos en la calle Chase de West Pittston en agosto de 1973 y afirmaron que allí experimentaron reiteradamente fenómenos paranormales desde 1974. Según ellos, en ocho años presenciaron apariciones, oyeron gruñidos, ruidos fuertes, percibieron olores nauseabundos, sacudieron las camas, su perro fue arrojado contra una pared y sufrieron ataques físicos y sexuales.
Ellos se pusieron en contacto con Ed y Lorraine Warren, quienes para entonces ya eran célebres en aquel país. En la primer entrevista los investigadores reprodujeron música cristiana y practicaron oraciones católicas, teniendo como reacciones una brusca caída de la temperatura, la formación de una «masa oscura», sacudidas de muebles y un mensaje de «Salgan» en un espejo. Por todo esto y debido al ataque sexual contra la familia, ocurrido en ambos sexos, teorizaron que solo un demonio «muy poderoso»; era íncubo y súcubo; estaba infestando el hogar.[2]
Los Warren declararon presenciar eventos poltergeist, como una de las hijas fue empujada por las escaleras, percibir malos olores y ser agredidos físicamente en varias ocasiones. Descubrieron que en el terreno originalmente se asentaba una granja donde vivían tres personas, un matrimonio y la madre de ella; él asesinó a ambas cuando le descubrió una aventura amorosa a su cónyuge y esos eran los tres fantasmas que observaban; pero ellos ocultaban al verdadero autor de los violentos hechos, un demonio que llegó a la casa por un «Espejo de conjuros» (usado en el satanismo) adquirido en 1974.
La Diócesis de Scranton se involucró por pedido de la familia y la casa fue bendecida por varios sacerdotes católicos e incluso uno de ellos pasó dos noches en ella. Al final ellos declararon: «no vimos ninguna actividad dañina mientras estuvimos en la propiedad», pero el sacerdote Joseph Adonizio (párroco de la Iglesia Inmaculada Concepción de West Pittston) dijo: «las cosas han vuelto a la normalidad después de intensas oraciones». Según Janet Smurl, el sacerdote McKenna realizó tres exorcismos «fallidos».[3]
Los Warren finalizaron su investigación y se llevaron el «Espejo de conjuros» a su museo personal, pero el demonio siguió acechando tres años más a los Smurl y por eso se lo conoce como «el caso que no pudieron resolver».
El sacerdote y profesor de teología en la Universidad de San Buenaventura, Alphonsus Trabold, expresó que «podría haber otras explicaciones menos demoníacas». La Diócesis de Scranton afirmó en 1986: «no estamos seguros de qué podría estar causando los disturbios», pero en 1988 realizó un cuarto exorcismo y lo finalmente lo declaró exitoso.[4]
El profesor Paul Kurtz de la Universidad de Búfalo y entonces presidente del Comité para la Investigación Científica de las Afirmaciones de lo Paranormal, dijo que los Warren no eran investigadores objetivos, independientes o imparciales y caracterizó las afirmaciones de los Smurl como un engaño, una farsa, una historia de fantasmas. Basándose en una entrevista de Jack Smurl donde éste le dijo a un reportero que se había sometió a una cirugía para eliminar el agua de su cerebro en 1983 porque había estado experimentando pérdida de memoria a corto plazo debido a un caso de meningitis en su juventud, Kurtz razonó que las afirmaciones de la familia posiblemente se debían a delirios, deterioro cerebral o alucinaciones y aconsejó que se sometieran a exámenes psiquiátricos y psicológicos.[5]
En los años 1980 el caso se hizo famoso en los Estados Unidos como «el embrujo de los Smurl» y hoy es uno de los más famosos en todo el Occidente de supuesta infestación demoníaca y ataque de una súcubo. Actualmente el «Espejo de conjuros» se encuentra en el Museo del Ocultismo de los Warren, hoy propiedad del actor Matt Rife.[6]
Luego de concluir la investigación, la familia Smurl vivió en la casa hasta 1988 y luego se mudaron a la lindante ciudad de Wilkes-Barre, donde afirmaron que los ataques fueron mermando en frecuencia e intensidad hasta extinguirse en 1989, Jack Smurl murió en 2017. La nueva propietaria del inmueble, Debra Owens dijo: «nunca encontré nada sobrenatural mientras viví allí».[7]
Los Warren escribieron su libro «The Haunted: One Family's Nightmare» (en español: El Embrujo, la pesadilla de una familia), documentando el caso y lo publicaron en 1989. Tuvo malas críticas, pero con el éxito de la película The Conjuring; en 2014 se publicó una nueva versión y obtuvo mejor acogida.
En 1991 se estrenó la película The Haunted, del director Robert Mandel, que retrató la historia según el libro de los Warren.[8] En 2025 se estrenó The Conjuring: Last Rites y el caso se conoció masivamente en todo el mundo.[9]