Casildo Gervasio Thompson (Buenos Aires, 1856 – Buenos Aires, 1928) fue un poeta y militar argentino.[1]
Casildo Gervasio Thompson nació en Buenos Aires y fue uno de los poetas afroargentinos más destacados de su época. También se desempeñó como militar, al igual que su padre, el capitán mitrista Casildo Thompson (1826-1873), veterano de la Guerra de la Triple Alianza[2] por el que según algunas fuentes el propio Bartolomé Mitre lloró ante su sepulcro cuando murió siendo comandante del 2º Batallón del 3º Regimiento de la Guardia Nacional.[1][3][1]
Casildo Gervasio Thompson escribió una de sus obras más conocidas, Canto al África, en marzo de 1878 y lo leyó públicamente el 1 de abril del mismo año en una conferencia celebrada en la Sociedad de Fomento de las Bellas Artes.[1] Dicha obra forma parte de la Antología de la poesía negra americana de Ildefonso Pereda Valdés (1899-1996).[4]
Formó parte de la Sociedad de Socorros Mutuos La Protectora.[2]
En 1873, como secretario del Club Coronel Sosa, un club político afroporteño fundado por su padre que funcionó entre 1873 y 1879, Casildo Gervasio Thompson apoyó la candidatura a presidente de Bartolomé Mitre.[2]
- (...)
- Hay en el cielo nubes de oriflama:
- aparece una aurora esplendorosa
- entre velos de nácar y de rosa,
- presagiando un radiante y nuevo día.
- Se siente en el espacio una armonía
- cuyo eco celestial arroba el alma
- en éxtasis divino:
- Tan dulce es su rumor, tan peregrino.
- La selva se estremece, el mar suspira;
- y en esas ondas de cristal y nieve
- el cielo azul se mira
- como mujer coqueta en terso espejo.
- De las flores de vírgenes praderas
- al sollozo del aura estremecidas,
- del embriagador aroma...
- surgen olas ligeras...
- ¿Sabéis lo que sucede?
- ¿Sabéis por qué Natura conmovida
- el tesoro descubre do se anida?
- Porque viene ya el sol que África espera;
- el sol que al oprimido y al esclavo
- una voz de profeta predijera,
- el sol de Redención; sonó la hora
- en el cuadrante eterno del destino;
- ya en nombre del amor se dan las manos
- esclavos y tiranos
- y libres y oprimidos;
- pues la igualdad, de la Justicia hermana,
- los quiere en un abrazo confundidos.[1]
Casildo Gervasio Thompson, Canto al África, 1878