La Casa de los Perros es un inmueble histórico ubicado en el Centro Histórico de Querétaro, México. Construida en el siglo XVIII y atribuida al alarife Ignacio Mariano de las Casas, se distingue por las esculturas de perros que coronan su fachada, origen de su denominación popular.[1] Se encuentra en la calle Ignacio Allende Sur 16–18, antiguamente conocida como calle del Desdén.[2]
Casa de los Perros | ||
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Localización | ||
País |
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Localidad | Santiago de Querétaro | |
Ubicación | Querétaro | |
Dirección | Ignacio Allende Sur 16–18, Centro Histórico | |
Coordenadas | 20°35′25″N 100°23′36″O / 20.590239, -100.393214 | |
Información general | ||
Estado | Querétaro | |
El edificio fue erigido a inicios del siglo XVIII como residencia particular.[1] Durante esa época fue conocido también como «la casa grande».[1]
En la segunda mitad del siglo XVIII pasó a ser propiedad de la filántropa María Josefa Vergara y Hernández, quien residió allí en sus últimos años.[3]
En el siglo XIX el inmueble tuvo usos educativos y religiosos: albergó el Seminario Conciliar (1868–1870), posteriormente un colegio de niñas fundado por el arcediano Florencio Rosas y, en 1906, la Mitra de Querétaro recuperó la propiedad.[2] Durante buena parte del siglo XX funcionó como jardín de niños, según crónicas locales.[1][4]
La fachada está construida en cantera con balcones de hierro forjado. Destacan varias gárgolas en forma de perro que sirven como desagües pluviales, elemento que dio origen a su nombre.[1]
En el patio central se conserva una fuente barroca con un tazón monolítico sostenido por cuatro esfinges aladas, considerada una de las piezas escultóricas civiles más notables de la ciudad y relacionada con obras de la sacristía del templo de San Agustín.[1]
El inmueble está asociado a la leyenda del aparecido de la Casa de los Perros, difundida en relatos locales y medios de comunicación, que cuenta la historia de un fantasma que custodia el lugar tras la muerte de su antiguo dueño.[6]
La casa forma parte de la Zona de Monumentos Históricos de Querétaro, declarada por decreto federal en 1981,[7] y del polígono reconocido por la UNESCO como Patrimonio de la Humanidad desde 1996.[8]
Se ubica en Ignacio Allende Sur 16–18, entre Pino Suárez y Arteaga, a una cuadra del templo de San Agustín.[2]