La Casa Matusita es un inmueble ubicado en el cruce de las avenidas Garcilaso de la Vega y España en el centro de Lima, Perú. Es conocida por la creencia popular de ser un lugar donde existe actividad paranormal.[1]
Casa Matusita | ||
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Localización | ||
País | Perú | |
Ubicación | Lima | |
Coordenadas | 12°03′27″S 77°02′18″O / -12.0576378, -77.0383121 | |
No existe una fecha exacta de construcción de la casa. En 1862 se inauguró frente a la casa la Penitenciaría de Lima. Se afirma que la cárcel y sus alrededores sirvieron en aquellos tiempos como centros de interrogatorio para reos comunes y militares, especialmente en tiempos de la Guerra del Pacífico.[2]
Su nombre proviene de una empresa de productos de ferretería que alquiló el primer piso del edificio como almacén desde la década de 1950 hasta 2005.[3][4]
En 2016, el segundo piso fue demolido debido a la declaración de estado ruinoso que dictaminó la Municipalidad de Lima. El dueño, Ladislao Thierry Tiry, llegó a un acuerdo con el banco que alquilaba el primer nivel para remodelar este piso, y reconstruir el segundo con material aligerado.[4]
Las leyendas asociadas con el edificio son variados, desde su origen hasta sucesos paranormales que allí supuestamente ocurrieron.
A finales de los años 70, el argentino Humberto Vílchez Vera, conductor del programa de televisión Los fantasmas se divierten, apostó a que era capaz de permanecer siete días en el segundo piso del edificio. Al parecer Vílchez abandonó el lugar a las dos horas y tuvo que ser ingresado a un manicomio, durante un año, tras lo cual desapareció. Años más tarde, en su libro El cazador de fantasmas, el conductor desmintió la leyenda urbana, diciendo que nunca sucedieron tales hechos, y lo único que buscaba era subir la audiencia de su espacio televisivo.[5]
Existe una teoría de la conspiración que señala que el origen de las leyendas urbanas de fantasmas en el inmueble fueron creadas y difundidas por la CIA, ya que, en los años 40, cerca al edificio se encontraba la embajada estadounidense, utilizando la casa como lugar de reunión.[6][7]
La leyenda de la Casa Matusita fue llevada al cine en la película Secreto Matusita.[4]