Una carta es un medio de comunicación escrita por un remitente y enviado a un destinatario. Habitualmente, el nombre y la dirección del destinatario aparecen en el frente del sobre, el nombre y la dirección del remitente aparecen en el reverso del mismo (en el caso de sobres manuscritos) o en el anverso (en los sobres preimpresos). Existen cartas sin remitente, en las que no está anotada la dirección de quien envía la carta, bien por olvido o por omisión consciente del remitente. La carta puede ser un texto diferente.[1] Las cartas se envían desde la antigüedad y se mencionan en La Ilíada.[2] Los historiadores Heródoto y Tucídides mencionan y utilizan las cartas en sus escritos.[3] Al conjunto o intercambio de cartas que se envían y se reciben se le denomina correspondencia.
El tipo de la carta debe ser adecuado para el receptor y entendible:
La carta formal, en particular las cartas comerciales, cuentan al menos con los siguientes conceptos:
Las cartas también pueden incluir:
Antes, cuando la tecnología moderna no estaba disponible para la comunicación, el intercambio de cartas fue el principal método utilizado dentro de la comunidad científica internacional. Las relaciones entre los hombres de ciencia se basaba en la escritura de cartas, ya que dependiendo de donde se encontraban, el transporte era limitado por lo cual los científicos no podían encontrarse cara a cara. Algunos científicos estadounidenses trataron de superar su aislamiento intelectual a través del acercamiento a hombres de ciencia en Europa usando cartas. Las cartas eran el medio que ayudó a los hombres de ciencia permanecer conectados. En los temas tratados en las cartas no solamente se limitaron discusiones relacionadas con ciencia, estas también permitieron a los científicos hablar de sus problemas personales.[cita requerida]