Carlos Augusto Mascarenhas Relvas de Campos (13 de noviembre de 1838 - 23 de enero de 1894) fue un rico terrateniente, deportista, torero y fotógrafo portugués. Fue miembro de la Sociedad Francesa de Fotografía.[1][2]
Carlos Relvas | ||
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Información personal | ||
Nombre en portugués | Carlos Augusto de Mascarenhas Relvas de Campos | |
Nacimiento |
13 de noviembre de 1838 Golegã (Portugal) | |
Fallecimiento |
23 de enero de 1894 Golegã (Portugal) | (55 años)|
Información profesional | ||
Ocupación | Fotógrafo y rejoneador | |
Años activo | 1853-1885 | |
Carlos Augusto Mascarenhas Relvas de Campos nació en la Golegã, en el seno de una familia acaudalada y de gran prestigio en el Ribatejo. Su padre, José Farinha Relvas de Campos, fue un influyente agricultor que modernizó sus cultivos, fundó importantes establecimientos agrícolas y construyó una casa señorial que servía de hospitalidad a viajeros y, en ocasiones, a la familia real portuguesa.[3]
Desde su infancia, Relvas estuvo vinculado a la administración de fincas y al manejo de propiedades rurales, recibiendo formación en agricultura y gestión de recursos. Su entorno familiar incluyó la participación en actividades de la comunidad y en funciones municipales, áreas en las que su padre desempeñó un papel activo.[3]
En su juventud, Relvas se formó en equitación, tiro y esgrima. Además, mostró interés por la fotografía, visitando talleres europeos para familiarizarse con técnicas fotográficas avanzadas. Durante estos años combinó su formación física con la adquisición de conocimientos técnicos y artísticos, orientados a la documentación visual y al estudio de procesos fotográficos.[3]
En 1853, Carlos se casó con D. Margarida Amália Mendes de Vasconcelos, hija de los condes de Podentes. La pareja tuvo residencia en la Golegã, donde gestionaba las propiedades heredadas y mantuvo actividades de asistencia a la comunidad local.[3][4]
Carlos Relvas comenzó su actividad fotográfica en la década de 1860, produciendo tanto fotografía monoscópica como estereoscópica.[1] Construyó un taller fotográfico junto a su residencia, donde produjo trabajos de reproducción de objetos y escenas, incluyendo piezas presentadas en la exposición de arte ornamental de Lisboa de 1882. Participó en exposiciones nacionales e internacionales, recibiendo medallas y reconocimientos en Viena, Madrid, Filadelfia, Ámsterdam y París.[2][3]
Relvas utilizó negativos en placa húmeda de colodión durante la primera fase de su carrera, hasta 1874. A partir de ese año adoptó la emulsión de gelatina y sales de plata, abandonando la producción de fotografías estereoscópicas.[1]
Al mismo tiempo, entrenó caballos de competición y participó en carreras y exhibiciones ecuestres. Además, actuó como torero aficionado, tanto a caballo como a pie, participando en corridas públicas y benéficas. Construyó una plaza de toros en la Golegã destinada a eventos taurinos con fines de asistencia comunitaria.[3]
En el ámbito humanitario, tras presenciar un naufragio en la barra del Duero en 1880, desarrolló un bote salvavidas. La embarcación fue sometida a pruebas oficiales en 1883, mostrando capacidad de operar en condiciones de mar agitado y ofreciendo medidas de seguridad superiores a los modelos existentes.[3]
Relvas combinó estas actividades con la gestión de sus propiedades agrícolas y con su participación en la vida comunitaria local hasta su fallecimiento en la Golegã el 23 de enero de 1894. Su legado abarca la fotografía, los deportes, la innovación técnica y los proyectos de asistencia a la comunidad.[3]
En 1887 falleció su esposa. Al año siguiente, se casó en segundas nupcias con Mariana Correia, matrimonio que no fue aceptado por sus allegados. Como consecuencia, su hijo José Relvas vendió la residencia familiar al ayuntamiento de Golegã y se trasladó a Alpiarça, mientras que Carlos y Mariana Relvas pasaron a vivir en la casa-estudio, adaptada para uso residencial.[4]
Carlos Relvas permaneció en esta vivienda hasta su fallecimiento el 23 de enero de 1894, a causa de una septicemia derivada de un accidente con un caballo en las calles de la Golegã.[4]