Carlos Pascali (La Plata, 5 de noviembre de 1887-Lomas de Zamora, 29 de diciembre de 1975) fue un ingeniero civil, profesor y diplomático argentino. Fue decano y rector de la Universidad Nacional de La Plata y embajador de Argentina en la Unesco y Panamá.[1][2] En 1955, promovió la instalación del ya depuesto presidente Juan Domingo Perón en el mencionado país centroamericano para su exilio, conociendo allí a María Estela Martínez.[3]
Carlos Pascali | ||
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Embajador de Argentina en Panamá | ||
1955-septiembre de 1955 | ||
Presidente | Juan Domingo Perón | |
Predecesor | Carlos Domínguez | |
Sucesor | Erasto M. Villa | |
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Embajador de Argentina ante la Unesco | ||
1953-1955 | ||
Presidente | Juan Domingo Perón | |
Predecesor | Creación del cargo | |
Sucesor | Rubén Dussaut | |
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Presidente de la Universidad Nacional de La Plata | ||
junio de 1952-enero de 1953 | ||
Predecesor | Julio M. Irigoyen | |
Sucesor | Francisco Marcos Anglada | |
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Partido político |
Partido Socialista (1912-1918) Partido Socialista Internacional (1918-1920) Unión Cívica Radical (años 1930) Partido Peronista (1946-1956) | |
Afiliaciones | FORJA | |
Estudió en la Universidad de Buenos Aires, recibiéndose de ingeniero civil en 1916.[1]
Marxista, en 1912 comenzó a militar en el Partido Socialista (PS), siendo dirigente en el ala izquierda del partido.[2] Fue diputado en la Legislatura de la Provincia de Buenos Aires entre 1915 y 1917, y miembro de la municipalidad de Lomas de Zamora en 1917.[1] En 1918 el ala izquierda fue expulsada del PS, creando el Partido Socialista Internacional (PSI), integrando la primera comisión directiva. En 1920 el PSI cambia su nombre a Partido Comunista Argentino y Pascali deja la política para dedicarse a la carrera docente.[2]
Hacia mediados de los años 1930, era miembro de la Unión Cívica Radical (UCR), llegando a ser vicepresidente y presidente del comité de Lomas de Zamora. Posteriormente adhiere a la Fuerza de Orientación Radical de la Joven Argentina (FORJA), y en 1946 adhirió al peronismo.[2]
Se desempeñó como profesor de física en el Colegio Nacional de Buenos Aires y en los colegios Mariano Moreno y General Manuel Belgrano de la ciudad de Buenos Aires, en la escuela industrial de La Plata y en el Instituto Agrícola Santa Catalina. En la Universidad Nacional de La Plata (UNLP) fue profesor en el Instituto de Física, delegado durante la intervención de 1946-1947, decano de la Facultad de Ciencias Exactas, Físicas y Matemáticas de 1950 a 1951, y presidente de la universidad entre junio de 1952 y enero de 1953.[1][2][4] Durante su período al frente del rectorado, la UNLP pasó a llamarse «Universidad Nacional de Eva Perón», al mismo tiempo que la capital bonaerense tomó el nombre de la fallecida primera dama.[2]
Fue también delegado argentino en el Comité Permanente de Enseñanza Superior de la Sociedad de las Naciones,[1] y miembro del Centro de Ingeniería, del Instituto Nacional Sanmartiniano y del gremio Asociación del Profesorado.[2]
En 1953, tras la creación de la delegación permanente de Argentina ante la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) en París,[5] el presidente Juan Domingo Perón lo designó para encabezar la misma, ocupando el cargo hasta 1955.[2] Ese mismo año, fue nombrado embajador en Panamá hasta el golpe de Estado de septiembre de 1955, cuando renunció.[1][2] El gobierno de facto aceptó dicha renuncia y le autorizó el regreso a la Argentina con todos los gastos pagos.[2]
Sin embargo permaneció en ese país centroamericano, invitando a Perón (quien se dirigía a Nicaragua desde Paraguay) en noviembre de 1955, expresándole que «había una gran masa admiradora de su gobierno». El expresidente decidió permanecer allí y Pascali se desempeñó como su auxiliar, debido a que el gobierno de facto de la Revolución Libertadora (tras el recibimiento a Perón) le había retirado todas sus cátedras y su jubilación, además de negarse a pagar su regreso a la Argentina.[2][6] Una hipótesis sugiere que fue el ex embajador quien le presentó a Perón una bailarina llamada María Estela Martínez.[3][6] Para poder sobrevivir económicamente, vendió el Cadillac que había adquirido para sus funciones diplomáticas. Luego de siete meses, las relaciones entre Perón y Pascali se rompieron por una serie de diferencias —Pascali desconfiaba de los nuevos colaboradores y se oponía a la estrategia insurreccional de la resistencia peronista— y el expresidente se marchó a Venezuela. Posteriormente, entre 1956 y 1957 tuvieron un intercambio de cartas tras una alusión peyorativa de Perón hacia el ex embajador.[2]
Se mantuvo en el exilio, intentando radicarse en algún país limítrofe de Argentina, y en julio de 1957 abandonó Panamá con destino a Uruguay. Unos meses más tarde Chile le otorgó asilo político, desempeñándose allí como profesor de física en la Universidad de Chile hasta 1962. Pudo regresar a la Argentina y recién en 1973 fue reincorporado a la UNLP, bajo la presidencia de Héctor Cámpora, siendo nombrado profesor honorario de la Facultad de Ingeniería.[2]
Falleció en Lomas de Zamora en diciembre de 1975.[2]