Carlos Loveira y Chirino (Sagua la Grande, c. 1881-La Habana, 1928) fue un novelista cubano perteneciente al naturalismo.
Carlos Loveira | ||
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Información personal | ||
Nacimiento |
21 de marzo de 1881 Sagua la Grande (Cuba) | |
Fallecimiento |
26 de noviembre de 1928 La Habana (Cuba) | |
Nacionalidad | Cubana | |
Información profesional | ||
Ocupación | Periodista y escritor | |
Miembro de | Real Academia Española | |
Nació hacia comienzos de la década de 1880 en la localidad de El Santo, perteneciente a la antigua provincia de Las Villas.[1][2][a] De familia humilde fue en su juventud obrero de ferrocarriles. Ácrata de ideología y hombre de acción y propaganda, ingresó en el socialismo cubano y desempeñó dentro de él altos cargos.
El gobierno de Cuba le dio su representación en todas las Conferencias Internacionales del Trabajo celebradas en Europa y América. Según el crítico Torres Rioseco, es el escritor que temperamentalmente más se asemeja a Émile Zola en todo el continente americano.
En efecto, cultiva un naturalismo crudo, pero atractivo y con un gran y personal estilo claro, directo y cortado, apropiado a lo que cuenta, siempre en defensa de sus fines ideológicos. En sus obras la humanidad más castigada se mezcla con el rencor y con la angustia.
Sus novelas son Los inmorales (1910), Generales y doctores (1920), Los ciegos (1922), La última lección (1924) y Juan Criollo (1927). Generales y doctores probablemente sea su mejor obra, la que fotografía mejor los complejos nacionalismos de la Primera República.