Carlos Alberto Gabetta (Rosario, 28 de septiembre de 1943-6 de marzo de 2025)[1] fue un periodista y escritor argentino, especializado en el análisis político, económico y social internacional.
Carlos Gabetta | ||
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Información personal | ||
Nombre de nacimiento | Carlos Alberto Gabetta | |
Nacimiento |
28 de septiembre de 1943 Rosario (Argentina) | |
Fallecimiento | 6 de marzo de 2025 | |
Nacionalidad | Argentina | |
Información profesional | ||
Ocupación | Periodista y escritor | |
Años activo | 1962-2025 | |
Partido político | Partido Socialista | |
Miembro de | Foro de Periodismo Argentino | |
Era hijo del linotipista, periodista, dirigente sindical y miembro del Partido Socialista Argentino, Alberto Gabetta, y de Lucía De Nicola. Tuvo tres hermanos, Néstor Gabetta, intérprete musical, Gustavo Gabriel Gabetta, compositor, intérprete musical y artista plástico, y Alejandro Gabetta, profesor. Comenzó desde muy joven a ejercer el periodismo, colaborando entre 1965 y 1974 en el semanario La Tierra y el mensual Agro Nuestro de la Federación Agraria Argentina (FAA), así como en los diarios La Tribuna, Crónica y Hoy, la revista Panorama y el periódico Acción. Asimismo, condujo el programa radial “La música y la gente” por la emisora rosarina LT2. En 1975 publicó su primer libro, La contaminación ambiental. La sociedad y las drogas. De 1974 a 1976 fue jefe de redacción del órgano desarrollista Discusión. Militante del Partido Revolucionario de los Trabajadores-Ejército Revolucionario del Pueblo (PRT-ERP), se desempeñó como corresponsal del diario El Mundo en Rosario durante su breve etapa bajo control partidario. A poco de instalada la dictadura cívico-militar del general Jorge Rafael Videla, en marzo de 1976, y tras el secuestro y desaparición de su pareja, Maria Elena Amadío, profesora universitaria y también periodista, se exilió en Francia, donde participó activamente en el movimiento de denuncia de las violaciones de derechos humanos.[2] Desde el terreno periodístico, junto con Julio Cortázar, Osvaldo Soriano, Gabriel García Márquez, Hipólito Solari Yrigoyen, Gino Lofredo, Oscar Martínez Zemborain y Matilde Herrera integró el comité directivo del periódico Sin Censura aplicado a la tarea de difusión informativa y denuncia. Sin Censura fue enviado gratuitamente, desde Washington, a miles de ciudadanos de países entonces bajo dictaduras en el Cono Sur. El medio obtuvo un importante respaldo de personalidades destacadas de la política y la cultura de la época, tanto en Europa como en América.[3]
El editorial del número 0 destacó entre sus propósitos editoriales:
Sin Censura aparecerá todos los meses, desde el 1.° de enero de 1980, para inscribirse modestamente, en el campo específico de la información y la contrainformación (…). La censura de prensa, el control de la información, el bombardeo ideológico, se cuentan entre las armas principales de todas las dictaduras. Con ella aíslan y dividen a la oposición, a los pueblos entre sí; ganan tiempo en favor del statu quo. Ese es nuestro terreno y allí nos proponemos colaborar, informando con la mayor fidelidad en la lucha por la democracia plena y el cambio social.[4]
Entre 1976 y 1978 trabajó en el semanario político de izquierda Politique Hébdo, en el servicio latinoamericano de la Agencia France Presse (AFP) (hasta 1984) y fue corresponsal del canal televisivo 13 de México. En 1979, publicó el libro Argentine, le diable dans le soleil, pionero en la recolección de testimonios sobre la represión, con prólogo de Osvaldo Soriano. La obra fue editada en Argentina en 1983, por Editorial Bruguera, bajo el título Todos somos subversivos. Todavía residente en Francia, comenzó en 1984, junto a Sergio Joselovsky, a publicar un dossier documental sobre la prensa argentina durante la dictadura en la revista Humor, denominado “Miseria de la prensa del Proceso”. En esos años también contribuyó en otros medios europeos y latinoamericanos, como los periódicos El Día, La Jornada y Proceso (México), Il Manifesto (Italia), New Statesman Society (Inglaterra), Croissance des Jeunes Nations y Témoignage Chrétien (Francia).
Una vez vuelto del exilio, fue colaborador regular de Humor. A partir de un proyecto ideado con Soriano y con el responsable de Ediciones de la Urraca (y gestor de Humor), Andrés Cascioli, integró el equipo creador del innovador semanario político El Periodista de Buenos Aires (1984-1989), donde se desempeñó primero como Jefe de Redacción y luego como Director (1984-1988). Su propuesta, de perfil progresista e independiente, fue definida como la de “un nuevo medio, capaz de defender la profundización de la democracia en busca de la justicia, la vigencia de los derechos humanos, la independencia económica y la modernización tecnológica.”[5] El medio contó con un staff extenso y compuesto por periodistas de gran experiencia, como Oscar González (secretario de redacción), Luis Sicilia (jefe de sección Política), Carlos Ábalo (Economía), Mabel Itzcovich (Política internacional), Rodolfo Rabanal (Cultura y espectáculos), Carlos Ares (Informes especiales) y Francisco N. Juárez (Transformaciones). Entre sus redactores y columnistas destacaron Matilde Herrera, Rogelio García Lupo, Rodolfo Mattarollo, Álvaro Abós, Osvaldo Bayer, Horacio Verbitsky, Mario Benedetti, Antonio Dal Masetto, Eduardo Galeano, María Seoane, Tomás Eloy Martínez, Mirta Mántaras, Julio Huasi, Alberto Catena, María Esther Gilio, Vicente Muleiro, Gregorio Selser y David Viñas. Su versación profesional se combinó con la incorporación de otros y otras periodistas que iniciaban su carrera, como Sergio Joselovsky, Marcelo Zlotogwiazda, Rolando Graña, Antonio Zucco, Claudio Díaz, Jorge Lanata, Claudio Lozano, Jorge Fernández Díaz, Claudia Acuña, Luis Majul y Ezequiel Fernández Moores.[6][7]
Durante su trayectoria en El Periodista, se desempeñó igualmente como corresponsal en Argentina de Radio France Internationale y fue columnista (hasta 1992) del diario español El País. En 1988, tras su casamiento con la actriz Charo López, se estableció en España, donde entre agosto de 1992 y agosto de 1994 dirigió la revista CuatroSemanas y la edición local de Le Monde diplomatique, publicación mensual de análisis político, económico, social y cultural.
Entre julio de 1997 y enero de 1999 fue analista político y económico y columnista del semanario trespuntos, de Buenos Aires. En 1999 retornó a Argentina, donde fundó y dirigió la edición en castellano y para el Cono Sur de Le Monde diplomatique (1999-2011), con re-ediciones en Bolivia, Chile, Perú, Colombia, Venezuela y México.[8] Desde febrero de 2011 hasta 2023 fue columnista del periódico Perfil y colabora esporádicamente con diversos medios internacionales: Radio Canadá, Radio Suisse-Romande, Radio France Internationale y Le Monde diplomatique, entre otros.
Se declaró como republicano y socialista, o socialista republicano, habiendo pasado por una juvenil adhesión más o menos crítica al marxismo-leninismo revolucionario armado. Fue miembro de los servicios de inteligencia del ERP. Ha hecho, a la luz de los resultados y de la experiencia posterior, un análisis político muy crítico, no solo de lo utópico, absurdo incluso, de aquellas propuestas para el momento histórico y la sociedad concreta en la que se actuaba, sino de lo que hubiese podido resultar de su eventual victoria.[9] Adhirió al Partido Socialista, para el que entre 2012 y 2014 fungió como director general de su publicación La Vanguardia.
Pareja de Maria Elena Amadio, 1972-76. Asesinada y desaparecida el 29 de marzo de 1976.
Casado con Maria del Rosario “Charo” López Piñuela en 1988. Divorciado en 1993.
En pareja desde 2014 y desde 2024 en unión civil con Sofía Inés Mackinlay.