Carlo Ortelli Dotti (Rovenna, Lombardía, Reino de Italia, 1811 – Barcelona, España, 4 de enero de 1879) fue un destacado fabricante de juguetes de plomo, empresario artesanal y figura relevante de la comunidad italiana en España. Fue el fundador del célebre Taller Ortelli en Barcelona, considerado durante décadas como uno de los mejores talleres europeos de fabricación de soldados planos de plomo. Además de su labor como artesano, ejerció como cónsul del Reino de Italia en Barcelona y ocupó el cargo de segundo vicepresidente en la Società Italiana di Mutuo Soccorso in Barcellona, institución clave para la comunidad italiana en la ciudad durante el siglo XIX.
Carlo Ortelli Dotti | ||
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![]() Carlo en 1872 | ||
Información personal | ||
Nombre nativo | Carlo Francisco Ortelli Dotti | |
Otros nombres | Carlos Ortelli | |
Nacimiento |
1811 Rovenna, Reino de Italia | |
Fallecimiento |
4 de enero de 1879 (67 años) Barcelona, España | |
Causa de muerte | apoplejía cerebral | |
Sepultura | Cementerio de Poblenou | |
Residencia | Barcelona | |
Religión | Católico | |
Información profesional | ||
Ocupación | fabricante | |
Años activo | siglo XIX | |
Conocido por | introducir soldados de plomo coleccionables en España | |
Empresa | "Taller Ortelli" después "Sociedad Carlos Ortelli e Hijo" | |
Sucesor | Juan Ortelli Montañá | |
Firma | ||
![]() | ||
Nació en Rovenna, una pequeña localidad lombarda situada a orillas del Lago de Como, en el seno de una familia campesina. Era hijo de Giovanni Ortelli, labrador natural de Rovenna, y de Margherita Dotti. Su vida dio un giro decisivo en 1828, cuando decidió emigrar a Barcelona, escapando de la inestabilidad política provocada por la ocupación austríaca y de la precariedad económica que siguió a la posguerra napoleónica en el norte de Italia. Ortelli, como muchos otros migrantes europeos de su tiempo, buscó refugio y oportunidades en España, encontrando en Barcelona un entorno propicio para el desarrollo de su oficio como grabador y fundidor.
Instalado en el corazón del casco antiguo de la ciudad, fundó su taller en la calle de la Llibreteria, desde donde daría origen a una de las más ricas tradiciones artesanales del juguete en España. El prestigio alcanzado por sus figuras —militares, costumbristas, religiosas y populares— lo convirtió en una figura central tanto en el ámbito artesanal como en la vida social y cultural de la Barcelona del siglo XIX.
Nació en Rovenna, un pueblo perteneciente a la comuna de Cernobbio, en el año 1811, durante el período del Reino de Italia napoleónico. Hijo del labrador Giovanni Ortelli y de Margherita Dotti, también oriunda de Rovenna, fue bautizado con el nombre de Carlo Francesco Ortelli en la Chiesa Prepositurale di San Michele Arcangelo. Fue el segundo de cinco hermanos.
Se conoce poco sobre su vida antes de emigrar a España. Sin embargo, tanto Carlo como su hermano mayor, Giovanni Antonio Rocco Ortelli (1808–1867), con quien mantenía una estrecha relación, se manifestaban abiertamente en contra de la ocupación austríaca del norte de Italia. Ambos se autodefinían como patriotas o revolucionarios, y se sabe que simpatizaban con los movimientos nacionalistas del Risorgimento, que abogaban por la unificación e independencia del territorio italiano.
Durante la década de 1820, Carlo y Giovanni viajaban con frecuencia a distintas ciudades del norte de Italia, como Turín, Milán, Como, entre otras, posiblemente en el contexto de sus actividades políticas y comerciales.
En 1828, Carlo tomó la decisión de emigrar a Barcelona, dejando atrás a sus padres y hermanos en Rovenna. No obstante, mantuvo un contacto cercano con Giovanni, quien también tenía la intención de emigrar y compartir el proyecto de establecerse fuera de Italia.
Según se ha podido reconstruir, Carlo partio desde Rovenna en carruaje rumbo a Milán, en un trayecto de aproximadamente 60 kilómetros, que podía durar entre dos y tres días dependiendo de las condiciones del camino y del clima. Desde Milán, continuó hacia Génova, el principal puerto del norte de Italia, en un viaje que podía prolongarse entre tres y cinco días. Una vez en Génova, embarcaría en un buque mercante con destino a la costa catalana, viaje que podía durar entre cinco y diez días, según las condiciones marítimas. Carlo Ortelli llegó finalmente al puerto de Barcelona en el verano de 1828.
A su llegada a Barcelona en 1828, Carlo Ortelli Dotti y el grabador y estañero Salvatore Baccarini (1808-?) traen moldes ya existentes a España. Carlo Ortelli establece un taller para figuras de estaño y plomo en la calle de la Fusteria #8 en donde trabaja con Salvatore como dibujante, grabador y fundidor.
Carlo comenzó a fabricar juguetes, especializándose en la producción de soldados de plomo. En este pequeño taller, ubicado en el corazón de la ciudad, perfeccionó su técnica de escultura y pintura, creando soldados detallados que recreaban uniformes de la época. Estas figuras, además de ser juguetes, se convirtieron en valiosas piezas de coleccionismo gracias a su alta calidad artística y su meticulosa pintura a mano.
Carlo tuvo como grabador primero a Salvatore Baciarini entre 1828 y 1839 y después a Francisco y Juan Pera desde 1841 a 1847.
Ortelli produjo tanto figuras de tema militar como de temática civil y costumbrista. Las figuras son planas y sus tamaños pueden oscilar entre los 30 y los 60 mm. Las figuras se vendían decoradas por una o las dos caras o bien sin pintar las más económicas.El trompeta de esta foto tiene unos brazos desproporcionadamente largos.Esto se debe al intento de dar aspecto tridimensional a las figuras planas.[2] Estas largas extremidades se doblaban hacia delante para dar esta impresión de tres dimensiones del espacio. El intento fracasó principalmente por la inestabilidad de estas figuras al alterarles el centro de gravedad.
Las figuras de Ortelli, que solían medir unos 7,5 cm, representaban a soldados de diversas épocas y nacionalidades, con detalles precisos de los uniformes y armamento. Estas pequeñas obras de arte estaban pensadas para representar escenas bélicas con una fidelidad que atrajo tanto a niños como a adultos interesados en la historia militar.
Carlo fundó el taller a finales de 1828, el cual se encontraba en la calle Llibretería, número 9. El taller se instaló en la planta baja del edificio donde residía Carlo junto a su familia. Permanecería en esta dirección hasta 1923. Ese año, Joan Ortelli Montañá —hijo de Carlo — trasladó el negocio a la calle de la Frenería 5, justo frente a la Catedral de Barcelona, donde permanecería hasta su venta definitiva al Ayuntamiento en 1962.
El taller completo perdura, el propietario es el Museo Etnológico de Barcelona. La producción continuó hasta 1945.[3]
El taller mantuvo una intensa actividad productora durante más de un siglo, y llegó a ser considerado el mejor taller de Europa[4] en su especialidad. Publicaba catálogos de sus modelos, renovando y ampliando su oferta periódicamente. Aunque inicialmente centrado en figuras militares, con soldados planos de diferentes épocas y ejércitos, el catálogo fue creciendo con temáticas populares como las corridas de toros, el circo, bailarines, procesiones religiosas y escenas costumbristas.
La Società Italiana di Mutuo Soccorso in Barcellona fue una organización fundada en el siglo XIX con el propósito de brindar asistencia y apoyo a los inmigrantes italianos en la ciudad. Su función era ofrecer ayuda médica, económica y social a los miembros de la comunidad en tiempos de necesidad.
Carlo Ortelli Dotti desempeñó el cargo de Vicepresidente de 1871-1875, un período en el que la sociedad jugaba un papel clave en la integración de los italianos en Barcelona.
Actuando como enlace entre la comunidad italiana, el consulado y las autoridades locales para facilitar la integración y defender los intereses de los italianos en Barcelona.
Apoyo a la expansión de la sociedad, contribuyendo al crecimiento de la organización mediante la afiliación de nuevos miembros y el establecimiento de nuevas iniciativas de beneficencia.
El trabajo de Carlo Ortelli Dotti como vicepresidente ayudó a consolidar la Società Italiana di Mutuo Soccorso como un pilar fundamental para la comunidad italiana en Barcelona. Su gestión fortaleció la estructura de ayuda y preservado la cultura italiana en la ciudad.
A su llegada a Barcelona en el verano de 1828, Carlo Ortelli se estableció en una vivienda-taller situada en la calle de la Llibreteria, en pleno casco antiguo de la ciudad. Esta ubicación, próxima a centros de comercio y vida artesanal, se convirtió en su residencia principal y en el lugar donde desarrollaría la mayor parte de su actividad profesional como grabador y fabricante de figuras de plomo. A lo largo de su vida, Ortelli mantuvo este domicilio como sede de su taller, contribuyendo así al crecimiento de una tradición artesanal que tendría un impacto significativo en el ámbito del juguete popular en Cataluña y España.
En los últimos años de su vida, sin embargo, se trasladó a la residencia familiar de los Ortelli en San Gervasi'o de Cassoles', entonces una localidad independiente y de carácter rural, situada en las afueras de Barcelona. Desde 1868 hasta su fallecimiento en 1879, residió en esta casa, que compartía con otros miembros de su familia. Este cambio de residencia pudo deberse tanto a razones de salud como al deseo de retirarse de la intensa actividad del centro urbano. Pese a este traslado, la actividad del taller Ortelli continuó operando en la ciudad bajo la supervisión de su hijo y colaboradores cercanos.
El 10 de junio de 1846, Carlo Ortelli contrajo matrimonio en Barcelona con María Ana Montañá Ayala (1820–1862),[5] con quien formó una familia numerosa compuesta por cinco hijos:
La estabilidad familiar proporcionada por su matrimonio fue fundamental para la consolidación de su negocio, que con el tiempo se convertiría en uno de los más reconocidos talleres de fabricación de soldados de plomo de Europa. Gracias a esta base estable, Ortelli logró integrarse plenamente en el tejido social, económico y artesanal de la ciudad de Barcelona durante la segunda mitad del siglo XIX.
Diversas fuentes coinciden en que su taller llegó a ser considerado un referente para coleccionistas y aficionados al juguete de calidad, tanto por la precisión técnica de sus moldes como por la riqueza temática de sus figuras. Su legado familiar y profesional fue continuado por sus descendientes, quienes mantuvieron viva la tradición artesanal durante varias generaciones.
La obra de Ortelli no solo ha perdurado a través de las décadas como parte del mundo del coleccionismo, sino que también ha contribuido al legado cultural de los juguetes en España, especialmente en el ámbito del coleccionismo militar en miniatura. Sus piezas son hoy en día buscadas por coleccionistas de antigüedades y juguetes históricos debido a su valor artístico y su importancia como representaciones de una época.
Su esposa María muere el 23 de marzo de 1862 a los 42 años de una "lesion orgánica del estomago" dejando a Carlo viudo con 5 hijos.
Carlo muere el 4 de enero de 1879 en Barcelona de una apoplejía cerebral como lo marca en su certificado de defunción. Fue enterrado el mismo día en el cementerio del Poblenou en el departamento 1, primera isla interior nicho 762 piso 2, aunque en 1988 fue trasladado a la osera general. Dejó a su hijo Juan Ortelli Giralt (1849-1917) a cargo de la empresa, quien la dirigió bajo el nombre de J.O.M., ganando varios premios en exposiciones.
Obituario:
D. Carlos Ortelli y DottiVice-presidents de las Sociedades Italianas de Beneficencia y Socorro Mútuo Falleció ayer (E. P. D.) El M. I. Sr. Cónsul de Italia en Barcelona, sus afligidos hijos, nietos, hijos políticos presentes y ausentes, hermano, hermanas políticas, primos, sobrinos y demás parientes, al participar á sus amigos y conocidos tan irreparable perdida, les suplícan le tengan presente en sus oraciones y se sirvan asistir à la casa mortuoria (Llibreteria, 9), hoy domingo, á las nueve de la mañana, para acompañar el cadaver á la iglesia parroquial de los Santos Justo y Pastor donde se celebrará un oficio de cuerpo presente y de allí á la última morada.
No se invita particularmente.
Ortelli y Dotti, Carlos (5 de enero de 1879). ««Don Carlos Ortelli y dotti»». Diario de Barcelona (Barcelona). p. 22.