Carlo Nicoli Manfredi (Carrara, 4 de octubre de 1843[1]- Belvedere di Avenza, fracción de Carrara, 2 de noviembre de 1915) fue un escultor italiano.
Nació en el seno de una familia de escultores, como su padre, Pietro, y su hermano, Silvio. Realizó varias obras en España, destacando su estatua de Cervantes situada en la plaza homónima de Alcalá de Henares. Recibió premios por parte de la Academia de Carrara y Florencia, además de ser caballero de la Orden de Carlos III.[2]
Se presentó a la Exposición General de Bellas Artes de 1878, con una "Virgen del Sagrado Corazón" de yeso[3] y con el mármol "La Inocencia" [4] (Medalla de Segunda clase), y a la de 1881 con una estatua en mármol titulada El mendigo.
En ocasiones aparece citado erróneamente como Pietro (o Pedro) Nicoli, al confundirse con su padre, con el que colaboró en algunas de sus obras.[2]