Carl Braig (Kanzach, Baden-Württemberg, 10 de febrero de 1852 - Friburgo de Brisgovia, 24 de marzo de 1923) fue un filósofo y teólogo alemán.
Carl Braig | ||
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Información personal | ||
Nacimiento |
10 de febrero de 1852 o 10 de febrero de 1853 Kanzach (Alemania) | |
Fallecimiento |
24 de marzo de 1923 Friburgo de Brisgovia (Reich alemán) | |
Nacionalidad | Alemana | |
Información profesional | ||
Ocupación | Teólogo, profesor universitario y filósofo | |
Empleador | Universidad de Friburgo | |
Desde 1873 cursó Filosofía en Tubinga y se graduó en 1877. En 1878 fue ordenado como sacerdote. Fue párroco desde 1883 hasta 1893 en Wildbad cerca de Karlsruhe. Entre 1887 y 1888 realizó un viaje de estudios a París y Toulouse. En 1889 se doctoró en Teología en Friburgo de Brisgovia y allí fue profesor desde 1893, de filosofía y de propedéutica teológica. En 1897 se convirtió en profesor titular de Teología Dogmática en Friburgo. Entre 1907 y 1908 fue vicerrector de la Albert- Ludwig Universidad de Friburgo. En 1919 se retiró.
Carl Braig era un filósofo apologético, orientado hacia la teología, seguidor de la obra de Gottfried Wilhelm Leibniz y de Rudolf Hermann Lotze. Rechazó el psicologismo, que estaba de moda, así como la filosofía subjetivista.
La ontologia de Braig ejerció profunda influencia en Martin Heidegger, quien fue su alumno.[1]
En la obra de 1896 Vom Sein. Abriβ der Ontologie (Del Ser: Resumende Ontología) Braig afirmó que "el ser no es derivable a partir de conceptos superiores y él no es representable a partir de conceptos inferiores",[2] lo cual repitió casi textualmente Heidegger, en Ser y Tiempo.[3] La indeterminación del ser con respecto a toda determinación conceptual y a toda existência empírica es una tesis tradicional de la escolástica, que intentaba pensar la relación del creador con las criaturas, pero la ontologia de Braig, bajo la influencia de Hegel y Friedrich Schelling, desvinculó esa tesis de su perspectiva teológica tradicional.[4] La conocida distinción haideggeriana entre el ser y el ente hecha por San Buenaventura, está citada en el libro de Braig.[4] La crítica de Heidegger en Ser y Tiempo a una presencia meramente ontológica también le debe a Braig las sugerencias básicas. Braig proporcionó a Heidegger la distinción formativa de la "conciencia filosófica" del tiempo y la "conciencia común".[5] También hace hincapié Braig en "la significación ontológica del concepto de tiempo".[6] Braig introdujo también a Heidegger en el idealismo de orientación histórica de Hegel.[7]