Un cardumen o banco de peces es un conjunto de peces similares, no necesariamente de especies comerciales, como atún o sardina. Y puede no ser tampoco específica a una especie. Se reserva el término cardumen nadando en una alta sincronización y de manera polarizada.[1]
Es un comportamiento de agregación de animales de similar tamaño y orientación, generalmente cruzándose en la misma dirección. Estas conductas les traen beneficios, incluyendo la defensa contra predadores (mejorando su detección y diluyendo la posibilidad de captura), perfecciona el éxito de depredación y mejora la manera de encontrar compañeros. Otra medida beneficiosa de la agrupación en cardúmenes es el incremento de la eficiencia hidrodinámica.[2]
Un rasgo de un cardumen es la fuerte semejanza entre sus miembros. Los peces usan muchas triquiñuelas para elegir compañeros de cardumen: tamaño del cardumen, tipo de especies, tamaño corporal, salud de los miembros del cardumen y afinidad o parentesco.
Los peces a menudo eligen estar en un cardumen que consiste en individuos similares en su apariencia; el "efecto de pares" posibilita que cualquier miembro del cardumen coincidente en semejanza no será preferido como blanco de los predadores. Este efecto "de pares" finalmente consigue homogeneizar cardúmenes.
Un aspecto del rompecabezas de la selección por cardumen, que hace cada pez individual para unirse a uno de similar apariencia, es que ellos no perciben su propio color. Los experimentos con Danio rerio, pez cebra, muestran que la preferencia por tal cardumen es una habilidad aprendida, no innata. Un pez cebra tiende a asociarse con cardúmenes que parezcan similares a los que ya participó (lo que resulta en una forma de impronta).
Otras cuestiones abiertas de las conductas de cardúmenes incluyen la determinación de la dirección y el sentido de sus movimientos. En el caso de movimientos migratorios, muchos miembros de un cardumen parece que supieran a donde ir, pero el comportamiento depredador es más problemático de entender. El etólogo animal Stephan G. Reebs, escribiendo en la revista "Animal Behaviour", argumenta que los cardúmenes de Notemigonus crysoleucas (una forma de Cyprinidae) son liderados por un pequeño número de individuos más experimentados.
Vídeo submarino de un cardumen de arenque del AtlánticoClupea harengus, en su migración a la zona de puesta de hueva en el Mar Báltico, varios miles de km. Se cree que esta formación les ahorra energía, pues el pez de atrás aprovecha el campo de presión del de adelante. En el Atlántico Norte el arenque cruza cada año entre Noruega y Groenlandia.
Banco de sardinas juveniles persiguiendo a un copépodo evasivo. El copépodo siente con sus antenas las ondas de presión del acercamiento de los peces y reacciona escapándose rápidamente. Los peces lo solucionan creando una cuadrícula y distanciándose unos de los otros en función del impulso de la presa. Los copépodos pueden "saltar" 80 veces antes de cansarse, pero les lleva 60 milisegundos (ms) desplegar nuevamente las antenas. Este lapso de tiempo es utilizado por los peces para atrapar a la presa. Jamás una sardina sola, aislada, podría capturar al crustáceocopépodo (la "sincropredación" - resulta de vídeos in situ tomados en el Laboratorio ATOLL)
↑Camazine S, Deneubourg JL, Franks NR, Sneyd J, Theraulaz G and Bonabeau E (2003) Self-Organization in Biological Systems. Princeton University Press. ISBN 978-0-691-11624-2 – especially Chapter 11
↑Delcourt, J; Poncin, P (2012). «Shoals and schools: back to the heuristic definitions and quantitative references». Reviews in Fish Biology and Fisheries22 (3): 595-619. doi:10.1007/s11160-012-9260-z.
Bibliografía
editar
Bonabeau, E; Dagorn, L (1995). «Possible universality in the size distribution of fish schools» (PDF). Physical Review51 (6): R5220-R5223. Bibcode:1995PhRvE..51.5220B. PMID 9963400. doi:10.1103/physreve.51.r5220.
Boinski S and Garber PA (2000) On the Move: How and why Animals Travel in Groups University of Chicago Press. ISBN978-0-226-06339-3
Breder, CM (1954). «Equations Descriptive of Fish Schools and Other Animal Aggregations». Ecology35 (3): 361-370. JSTOR 1930099. doi:10.2307/1930099.
Childress S (1981) Mechanics of Swimming and Flying Cambridge University Press. ISBN978-0-521-28071-6
Camazine S, Deneubourg JL, Franks NR, Sneyd J, Theraulaz G and Bonabeau E (2003) Self-Organization in Biological Systems. Princeton University Press. ISBN978-0-691-11624-2 – especially Chapter 11
Evans, SR; Finniea, M; Manica, A (2007). «Shoaling preferences in decapod crustacea». Animal Behaviour74 (6): 1691-1696. doi:10.1016/j.anbehav.2007.03.017.
Delcourt, J; Poncin, P (2012). «Shoals and schools: back to the heuristic definitions and quantitative references». Reviews in Fish Biology and Fisheries22 (3): 595-619. doi:10.1007/s11160-012-9260-z.
Gautrais, J., Jost, C. & Theraulaz, G. (2008) Key behavioural factors in a self-organised fish school model. Annales Zoologici Fennici 45: 415–428.
Godin, JJ (1997) Behavioural Ecology of Teleost Fishes Oxford University Press. ISBN978-0-19-850503-7
Ghosh S and Ramamoorthy CV (2004) Algorithm Design for Networked Information Technology Systems Springer. ISBN978-0-387-95544-5
Hager, MC; Helfman, GS (1991). «Safety in numbers: shoal size choice by minnows under predatory threat». Behavioral Ecology and Sociobiology29 (4): 271-276. doi:10.1007/BF00163984.(enlace roto disponible en Internet Archive; véase el historial, la primera versión y la última).
Hemelrijk, CK; Hildenbrandt, H; Reinders, J; Stamhuis, EJ (2010). «Emergence of Oblong School Shape: Models and Empirical Data of Fish» (PDF). Ethology116 (11): 1-14. doi:10.1111/j.1439-0310.2010.01818.x.
Hoare, DJ; Krause, J (2003). «Social organisation, shoal structure and information transfer». Fish and Fisheries4 (3): 269-279. doi:10.1046/j.1467-2979.2003.00130.x.
Inada Y (2001) "Steering mechanism of fish schools" Complexity International, Vol 8, Paper ID Download
Inagaki, T; Sakamoto, W; Aoki, I (1976). «Studies on the Schooling Behavior of Fish—III Mutual Relationship between Speed and Form in Schooling Behavior» (PDF). Bulletin of the Japanese Society of Scientific Fisheries42 (6): 629-635. doi:10.2331/suisan.42.629. Archivado desde el original el 22 de julio de 2011. Consultado el 14 de mayo de 2009.
Kato N and Ayers J (2004) Bio-mechanisms of Swimming and Flying Springer. ISBN978-4-431-22211-8
Kennedy J, Eberhart, RC and Shi Y (2001) Swarm Intelligence Morgan Kaufmann. ISBN978-1-55860-595-4
Krause, J (2005). «Positioning behaviour in fish shoals: a cost–benefit analysis». Journal of Fish Biology43: 309-314. Archivado desde el original el 5 de enero de 2013. Consultado el 20 de diciembre de 2017.
Krause, J; Ruxton, GD; Rubenstein, D (2005). «Is there always an influence of shoal size on predator hunting success?». Journal of Fish Biology52 (3): 494-501. doi:10.1111/j.1095-8649.1998.tb02012.x.(enlace roto disponible en Internet Archive; véase el historial, la primera versión y la última).
Litvak, MK (1993). «Response of shoaling fish to the threat of aerial predation». Environmental Biology of Fishes36 (2): 183-192. doi:10.1007/BF00002798.(enlace roto disponible en Internet Archive; véase el historial, la primera versión y la última).
Moyle PB and Van Dyck CM (1995) Fish: An Enthusiast's Guide University of California Press. ISBN978-0-520-20165-1
Parrish JK and Hamner WM (1997) Animal Groups in Three Dimensions: How Species Aggregate Cambridge University Press. ISBN978-0-521-46024-8
Parrish, JK; Viscido, SV; Grunbaumb, D (2002). «Self-Organized Fish Schools: An Examination of Emergent Properties» (PDF). Biol. Bull.202 (3): 296-305. PMID 12087003. doi:10.2307/1543482.
Partridge, BL (1982). «The structure and function of fish schools» (PDF). Scientific American246 (6): 114-123. Bibcode:1982SciAm.246f.114P. PMID 7201674. doi:10.1038/scientificamerican0682-114. Archivado desde el original el 3 de julio de 2011.
Pitcher, TJ (1983). «Heuristic definitions of fish shoaling behavior». Animal Behaviour31 (2): 611-613. doi:10.1016/s0003-3472(83)80087-6.
Pitcher TJ and Parish JK (1993) "Functions of shoaling behaviour in teleosts" In: Pitcher TJ (ed) Behaviour of teleost fishes. Chapman and Hall, New York, pp 363–440
Pitcher, TJ; Magurran, AE; Winfield, IJ (1982). «Fish in larger shoals find food faster». Behavioral Ecology and Sociobiology10 (2): 149-151. doi:10.1007/BF00300175.(enlace roto disponible en Internet Archive; véase el historial, la primera versión y la última).
Pitcher TJ (2010) "Fish schooling" In: Steele JH, Thorpe SA and Turekian KK (Eds.) Marine Biology, Academic Press, pages 337–349. ISBN978-0-08-096480-5.
Scalabrin, C; Massé, J (1993). «Acoustic detection of the spatial and temporal distribution of fish shoals in the Bay of Biscay». Aquatic Living Resources6 (3): 269-283. doi:10.1051/alr:1993027. Archivado desde el original el 23 de febrero de 2013. Consultado el 14 de mayo de 2009.
Seno, H; Nakai, K (1995). «Mathematical analysis on fish shoaling by a density-dependent diffusion model». Ecological Modelling79 (3): 149-157. doi:10.1016/0304-3800(93)E0143-Q.
Simmonds EJ and MacLennan, DN (2005) Fisheries Acoustics Blackwell Publishing. ISBN978-0-632-05994-2
Suppi R, Fernandez D and Luque E (2003) Fish schools: PDES simulation and real-time 3D animation in Parallel Processing and Applied Mathematics: 5th International Conference, PPAM 2003, Springer. ISBN978-3-540-21946-0
Wolf, NG (1985). «Odd fish abandon mixed-species groups when threatened». Behavioral Ecology and Sociobiology17 (1): 47-52. doi:10.1007/bf00299428.(enlace roto disponible en Internet Archive; véase el historial, la primera versión y la última).