Caracteres sexuales secundarios

Summary

Las características sexuales secundarias o caracteres sexuales secundarios son características que aparecen durante la pubertad en los humanos y en la madurez sexual en otros animales,[1]​ aquellos signos físicos y fisiológicos de madurez sexual que se distinguen entre los dos sexos de una especie, pero no son directamente parte del sistema reproductor, por lo que no incluyen los órganos sexuales, siendo distintos de las características sexuales primarias.

Macho (izquierda) y hembra (derecha) de maluros soberbios mostrando sus diferentes características sexuales secundarias

Los caracteres sexuales secundarios permiten distinguir a los diferentes sexos.[2]​ Sus diversas etapas de desarrollo varían según las especies, las características sexuales secundarias incluyen, por ejemplo, las melenas de los leones machos.[3]​ Estos tienen relación con múltiples aspectos anatómicos, funcionales o biológicos de los órganos reproductores que hay cuando se unen los gametos masculinos y femeninos.

La aparición de estos rasgos es estimulada por la producción hormonal (de andrógenos o estrógenos), que está determinada por el código genético,[4][5][6]​ y puede ser atrasada a través de bloqueadores de la pubertad.

En los animales

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Un asta en un Cervus elaphus macho es un carácter sexual secundario

Algunas características sexuales secundarias conocidas en diversas especies de animales, incluyen las melenas de los leones machos y las largas plumas de los pavos reales machos. Otros ejemplos destacables incluyen los colmillos de los narvales machos, probóscides agrandadas en los elefantes marinos machos y la proboscis, la coloración brillante en la cara de los mandriles machos, los cuernos crecidos en muchas cabras y antílopes y los cuernos de diversos mamíferos.[7]​ En las aves y los peces los machos de muchas especies tienen patrones de colores más brillantes y llamativos, y la presencia de partes externas sobresalientes. En los anfibios, las crestas dorsales del macho de la salamandra y los parches nupciales de anfibios anuros.

Las diferencias de tamaño entre los sexos de los animales también se consideran características sexuales secundarias. Si bien, en una gran parte de mamíferos, los machos son más grandes y corpulentos que las hembras, esto no siempre es así para todas las especies.

En el ser humano

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En los seres humanos, las características sexuales secundarias más visibles son el agrandamiento de los senos en las mujeres, y el vello facial y el crecimiento de la nuez de Adán en los varones. La aceleración del crecimiento en la longitud y la masa corporal se conocen popularmente como «estirón».[8]

Se considera que la adolescencia comienza con la incipiente aparición de estos caracteres sexuales (en la fase puberal), y termina al finalizar el crecimiento. Los cambios que ocurren hacia el establecimiento de las características sexuales secundarias no se establecen en un mismo momento, sino que siguen una secuencia progresiva.[9]

Las principales características sexuales secundarias de los humanos incluyen:[10][11][12][13][14][15][16][17][18][19][20]

En el hombre

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El aumento de la secreción de testosterona de los testículos durante la pubertad hace que se manifiesten las características sexuales secundarias masculinas.[21]​ En los hombres, la testosterona aumenta directamente el tamaño y la masa de los músculos, las cuerdas vocales y los huesos, profundizando la voz y cambiando la forma de la cara y el esqueleto. Convertido en DHT en la piel, acelera el crecimiento del vello facial y corporal que responde a los andrógenos, pero puede retardar y eventualmente detener el crecimiento del vello de la cabeza. La estatura más alta es en gran medida el resultado de una pubertad tardía y una fusión epifisaria más lenta. Las características sexuales secundarias masculinas incluyen:

 
La barba es una característica sexual secundaria del hombre

En la mujer

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En las mujeres, los senos son una manifestación de niveles más altos de estrógeno; el estrógeno también ensancha la pelvis y aumenta la cantidad de grasa corporal en las caderas, los muslos, las nalgas y los senos.[22]​ El estrógeno también induce el crecimiento del útero, la proliferación del endometrio y la menstruación.[23]​ Las características sexuales secundarias femeninas incluyen:

 
Los senos desarrollados son una característica sexual secundaria de la mujer

Véase también

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Referencias

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  1. Melmed, Shlomo; Williams, Robert Hardin (2011). Williams textbook of endocrinology. (12th ed. edición). Elsevier/Saunders. p. 1054. ISBN 978-1-4377-0324-5. OCLC 700376943. Consultado el 15 de junio de 2022. 
  2. «Copia archivada». Archivado desde el original el 2 de abril de 2015. Consultado el 14 de enero de 2013. 
  3. Pack, Phillip E. (2017). CliffsNotes AP biology (5th edition edición). Houghton Mifflin Harcourt. p. 219. ISBN 0-544-78417-0. OCLC 967097512. Consultado el 15 de junio de 2022. 
  4. Manuel Pombo Arias, J. Argemí (1997), "Tratado de Endocrinología Pediátrica", Ediciones Díaz de Santos, pág 258
  5. «Estrogen Function». News-Medical.net (en inglés). 16 de abril de 2010. Consultado el 4 de noviembre de 2022. 
  6. Nuñez Partido (2012), "Psicología", Editorial Paraninfo, pág 159.
  7. «Primary & Secondary Sexual Characteristics». Sciencing (en inglés). Consultado el 15 de junio de 2022. 
  8. Clotilde Vázquez Martínez, Ana Isabel De Cos Blanco, Consuelo López Nomdedeu, (2005) "Alimentación y nutrición: Manual teórico-práctico", Ediciones Díaz de Santos, pág 206
  9. Rocío Clavijo Gamero (2005), "Educador de educación especial de la Generalitat Valenciana: temario específico", MAD-Eduforma, pág 85.
  10. «Pubertad en los chicos». Consultado el 24 de junio de 2021. 
  11. «La reproducción». Junta de Andalucía. Consultado el 24 de junio de 2021. 
  12. «Cambios físicos en la adolescencia». Consultado el 24 de junio de 2021. 
  13. «Caracteres sexuales». Consultado el 24 de junio de 2021. 
  14. «Caracteres sexuales primarios y secundarios». ABC. 21 de abril de 2021. Consultado el 24 de junio de 2021. 
  15. «Características sexuales secundarias». 2001. Consultado el 24 de junio de 2021. 
  16. «Los caracteres sexuales». Consultado el 24 de junio de 2021. 
  17. «Relación entre características sexuales secundarias e indicadores de maduración». Consultado el 24 de junio de 2021. 
  18. «Desarrollo de las características sexuales secundarias en niñas de 11 a 14 años». Consultado el 24 de junio de 2021. 
  19. «Caracteres sexuales masculinos». Consultado el 24 de junio de 2021. 
  20. «Pubertad en los chicos». Consultado el 24 de junio de 2021. 
  21. Van de Graaff & Fox 1989, p. 933-4
  22. Preceded by: Rizzo, Donald C. (2016). Fundamentals of anatomy and physiology (Fourth edition edición). pp. 483-484. ISBN 978-1-305-44542-0. OCLC 911137740. Consultado el 12 de junio de 2022. 
  23. Bjorklund DF, Blasi CH (2011). Child and Adolescent Development: An Integrated Approach. Cengage Learning. pp. 152–153. ISBN 978-1133168379.
  24. Bjorklund, David F.; Blasi, Carlos Hernández (1 de enero de 2011). Child and Adolescent Development: An Integrated Approach (en inglés). Cengage Learning. ISBN 978-1-133-16837-9. Consultado el 13 de junio de 2022. 
  25. Buss, David M. (2019). Evolutionary psychology : the new science of the mind (Sixth Edition edición). p. 290. ISBN 978-1-138-08818-4. OCLC 1084632387. Consultado el 11 de junio de 2022. 
  •   Datos: Q1784017