La Calle Centenario es un eje vial de la localidad de Chonchi, en la Isla de Chiloé, que se constituye en una zona patrimonial estructurante de fachadas y volúmenes de edificaciones de madera que materializa un espacio «urbano espacial único, dentro de las topologías existentes en el urbano insular, al constituirse desde 'el cerro al mar'».[1] El sector, incluye una serie de viviendas de arquitectura neoclásica cuyo origen se remonta a la segunda mitad del siglo XIX, durante el período de auge de la explotación del ciprés de las Guaitecas.[2][3][4]
Calle Centenario | ||
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Zona Típica | ||
Casa en la esquina de calles Pedro Aguirre Cerda y Centenario | ||
Ubicación | ||
País | Chile | |
Ubicación |
Chonchi Chile | |
Coordenadas | 42°37′23″S 73°46′22″O / -42.62305556, -73.77277778 | |
Características | ||
Tipo | Zona típica | |
Estilo | Arquitectura neoclásica chilota | |
Dimensiones | 3.9 ha | |
Historia | ||
Inauguración | Mediados del siglo XIX | |
Protección | ||
Declaración | D. 153 del 18 de mayo de 2000 | |
Características | Eje vial de edificaciones de manera nativa | |
Pertenece al conjunto de monumentos nacionales de Chile desde el año 2000 en virtud del D. 153 del 18 de mayo del mismo año; se encuentra en la categoría «zona típica».[1]
El pueblo de Chonchi se ubica en la costa oriental de Chiloé, unos 25 km al sur de Castro. Se llega a él desde el norte a través de un desvío de unos 2 km en la carretera Panamericana entre las ciudades de Castro y Quellón, mientras que desde el sur, de la misma manera; además, se puede llegar a esta localidad a través de la ruta que se origina en Queilén. Está emplazado sobre tres terrazas naturales, sobre las que se edificaron diversas casonas de más de 250 m² que tenían hasta tres niveles: de ahí el apodo de «Ciudad de los Tres Pisos».[2][5]
Gracias al auge comercial derivado de la explotación maderera del ciprés ocurrida a partir de la segunda mitad del siglo XIX, el pueblo comienza a desarrollarse en el ámbito urbano, y a estructurar un conjunto de edificaciones de madera nativa en torno al espacio constituido por la Calle Centenario;[6] éstas, fueron adaptaciones que los mismos constructores de la zona realizaron desde modelos traídos por los navegantes extranjeros: acomodaron «los catálogos de arquitectura y manuales de construcción (...) [de la época que] incorporan grandes volúmenes, corredores y galerías».[1]
Gran parte de la arquitectura ha sobrevivido al paso del tiempo, a pesar del terremoto y maremoto de 1960[7] e incendios, entre los que se encuentra el acaecido el año 2001 en la costanera de la ciudad, que destruyó varias edificaciones patrimoniales.[4] La relevancia patrimonial de la Calle Centenario reside en que permite «comprender la etapa de máximo desarrollo de la arquitectura en madera chilota».[4]