El cado, cadus o kados (en griego antiguo: κάδος, en latín: cadus) es un vaso de la Antigua Grecia (entre un cubo y un cuenco), similar a la hidria y usado para almacenaje como las ánforas.[1] [2] Los ejemplares para transporte y almacenamiento se describen como vasijas redondas y sin pie —con apariencia bulbosa—, de 20 a 30 centímetros y con una amplia abertura; disponían de una o dos asas en las que podía anudarse una cuerda para su manejo. Un kados (plural kadoi), una jarra de cerámica grande y cóncava con una boca ancha y dos pequeñas asas verticales, era un recipiente para almacenar líquidos. Se ataba con una cuerda para su transporte.[3] Una inscripción griega del siglo III a. C. grabada en una tablilla de bronce conmemora la compra de 40 cados llenos a un precio de 3 estateros por cado.[4]
En la literatura clásica de la Antigua Roma, kados denomina un tipo de jarra de vino, y como metonimia de vino por los poetas de la época de Augusto.[5]
En Roma, el cadus también era una unidad de medida para los vinos griegos, correspondiente a la metreta, es decir, aproximadamente 39,4 litros, mientras que la unidad de medida para los vinos romanos era el ánfora romana.[5] También es probable que se usara para almacenar harina.[6]