Burbuja puntocom

Summary

La burbuja puntocom[1]​ (del inglés dot-com bubble) fue una burbuja bursátil en la cual hubo un período de crecimiento en los valores económicos de empresas vinculadas a Internet que se produjo entre finales de la década de 1990 y alcanzó su punto máximo el viernes 10 de marzo de 2000.[2]​ Durante este período, las bolsas de valores de las naciones occidentales vieron un rápido aumento de su valor debido al avance de las empresas vinculadas al nuevo sector de Internet y a la llamada "nueva economía". A eso se añadió la especulación y el exceso de confianza de los inversores en recibir un alto rendimiento económico en el futuro, que provocó una sobrevaloración de las acciones.[3]​ Al pasar el tiempo, muchas de estas empresas quebraron o dejaron de operar.

Evolución del índice Nasdaq Composite entre 1994 y 2005.

El período fue marcado por la fundación (y en muchos casos, espectacular quiebra) de un nuevo grupo de compañías basadas en Internet designadas comúnmente como empresas puntocom. Una combinación de un veloz aumento de precios de las acciones, la especulación individual y la gran disponibilidad de capital de riesgo crearon un ambiente exuberantemente optimista. Sin embargo muchas de estas empresas carecían de un modelo de negocio sólido ni rentabilidad demostrada. El estallido de la burbuja.com marcó el principio de una relativamente suave pero larga recesión en las naciones occidentales que se agravó tras los atentados del 11 de septiembre de 2001 y que no tocaría fondo hasta el año 2002.

Entre 1995 y su pico en marzo de 2000, el índice bursátil Nasdaq Composite subió un 400 %, sólo para caer un 78 % desde su pico hasta octubre de 2002, perdiéndose todas las ganancias durante la burbuja. Durante el derrumbe bursátil, muchas empresas de tienda en línea, como Pets.com, Webvan y Boo.com, así como varias empresas de comunicaciones, como WorldCom, NorthPoint Communications y Global Crossing, se hundieron y acabaron cerrando.[4][5]​ Algunas empresas como Cisco (cuyas acciones cayeron un 86 %), Amazon.com y Qualcomm, perdieron una gran parte de su capitalización de mercado pero sobrevivieron. En España la compañía Terra es el ejemplo más famoso de esta burbuja tecnológica.[6]

Antecedentes

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Históricamente, el auge de las puntocom puede considerarse similar a una serie de otros auges ("burbuja económica") en tecnologías pasadas, incluidos los ferrocarriles en la década de 1840, los automóviles en la década de 1900, la radio en la década de 1920, la televisión en la década de 1940, la electrónica de transistores en la década de 1950, las computadoras en la década de 1960, y la biotecnología en la década de 1980.[7]

Descripción general

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Evolución de las inversiones trimestrales de capital de riesgo en Estados Unidos, 1995-2017.

Las bajas tasas de interés en 1998-99 facilitaron el aumento del número de empresas de nueva creación.

La burbuja puntocom estalló en el año 2000, provocando la quiebra de numerosas startups tras agotar su capital de riesgo sin alcanzar la rentabilidad económica esperada.[8]​ Sin embargo, algunas, en particular empresas minoristas en línea como eBay y Amazon, sobrevivieron y posteriormente alcanzaron una alta rentabilidad.[9][10]​ Los minoristas tradicionales también comenzaron a utilizar la web como canal de venta complementario a la venta física. Si bien muchos sitios web de entretenimiento y noticias en línea colapsaron al quedarse sin financiación, otros resistieron y finalmente se volvieron autosuficientes. Los sitios que perseveraron tenían dos cosas en común: un sólido plan de negocios y un nicho de mercado que, si bien no era único, sí estaba particularmente bien definido y bien atendido.

Tras la burbuja puntocom, las empresas de telecomunicaciones acumularon un gran exceso de capacidad, ya que muchos clientes comerciales de internet quebraron. Esto, sumado a la inversión continua en infraestructura celular local, mantuvo bajas las tarifas de conectividad y contribuyó a que la conectividad a internet de alta velocidad fuera más asequible.

Durante esta época, nuevos modelos de negocio contribuyeron a aumentar el atractivo de la web. Entre ellos se encontraban las plataformas de reservas de vuelos, el motor de búsqueda de Google y la publicidad basada en palabras clave,[11]​ servicios como el sitio de subastas de eBay[9]​ y los grandes almacenes online de Amazon.com.[10]​ El alcance global de bajo coste de internet desafió las prácticas tradicionales en publicidad, venta directa y gestión de clientes. Estos avances ayudaron a revolucionar los dogmas empresariales anteriormente establecidos en publicidad, venta por catálogo, gestión de relaciones con el cliente y muchas otras áreas.

La web era una nueva aplicación revolucionaria: podía conectar a compradores y vendedores independientes de forma fluida y económica. Emprendedores de todo el mundo desarrollaron nuevos modelos de negocio y acudieron rápidamente al capitalista de riesgo más cercano.[12]​ Si bien algunos de los nuevos emprendedores tenían experiencia en negocios y economía, la mayoría eran simplemente personas con ideas y no gestionaron la afluencia de capital con prudencia.

Además, muchos planes de negocios punto-com se basaban en la suposición de que al usar internet, evitarían los canales de distribución de las empresas existentes y, por lo tanto, no tendrían que competir con ellas; cuando las empresas establecidas con fuertes marcas existentes desarrollaron su propia presencia en Internet, estas esperanzas se hicieron añicos y los recién llegados se quedaron intentando entrar en mercados dominados por empresas más grandes y consolidadas.[13]

La burbuja puntocom estalló en marzo de 2000, y el índice NASDAQ, con una fuerte presencia tecnológica, alcanzó un máximo de 5.048,62 el 10 de marzo (5.132,52 intradía), más del doble de su valor de tan solo un año antes.[14]​ Para 2001 la caída de las cotizaciones tras la explosión de la burbuja era constante. La mayoría de las empresas puntocom habían cesado sus operaciones, tras haber agotado su capital de riesgo y su capital de salida a bolsa, a menudo sin obtener jamás beneficios. Pero a pesar de ello, internet siguió creciendo, impulsado por el comercio, una cantidad cada vez mayor de información en línea, conocimiento, redes sociales y acceso mediante dispositivos móviles.[15]

Preludio a la burbuja

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Edificio sede de NASDAQ en Nueva York, Estados Unidos.

El lanzamiento de Mosaic en 1993 y los navegadores web posteriores durante los años siguientes brindaron a los usuarios de ordenadores acceso a la World Wide Web, popularizando el uso de internet.[16]​ El uso de Internet aumentó como resultado de la reducción de la brecha digital y los avances en conectividad, usos de internet y educación informática. Entre 1990 y 1997, el porcentaje de hogares en Estados Unidos con computadoras aumentó del 15% al 35%, a medida que la posesión de un ordenador pasó de ser un lujo a una necesidad.[17]​ Esto marcó la transición a la Era de la Información, una economía basada en la tecnología de la información, y se fundaron numerosas empresas.

Al mismo tiempo, una disminución de las tasas de interés aumentó la disponibilidad de capital.[18]​ En EE.UU. La Ley de Alivio al Contribuyente de 1997, que redujo el impuesto marginal máximo sobre las ganancias de capital en los Estados Unidos, también hizo que las personas estuvieran más dispuestas a realizar inversiones más especulativas.[19]Alan Greenspan, entonces presidente de la Reserva Federal (FED), supuestamente impulsó las inversiones en el mercado de valores al darle un enfoque optimista a las valoraciones de las acciones.[20]​ Se esperaba que la Ley de Telecomunicaciones de 1996 diera lugar a muchas nuevas tecnologías de las que muchas personas querían beneficiarse.[21]

La burbuja

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Como resultado de estos factores, muchos inversores estaban ansiosos por invertir, a cualquier precio, en cualquier empresa puntocom, especialmente si tenía uno de los prefijos relacionados con Internet o un sufijo ".com" en su nombre. El capital de riesgo era fácil de recaudar. Los bancos de inversión, que se beneficiaron significativamente de las ofertas públicas de venta iniciales (IPO, casi todas estaban en el índice Nasdaq), impulsaron la especulación y alentaron la inversión en tecnología.[22]​ Una combinación de precios de acciones en rápido aumento en el sector cuaternario de la economía y la confianza de que las empresas obtendrían ganancias futuras creó un entorno en el que muchos inversores estaban dispuestos a pasar por alto las métricas tradicionales, como el ratio precio-beneficio (P/E o PER), y basar la confianza en los avances tecnológicos, lo que llevó a una burbuja bursátil.[20]

Entre 1995 y 2000, el índice bursátil Nasdaq Composite subió un 400%. Alcanzó una relación precio-beneficio de 200, eclipsando el máximo de 80 del Nikkei 225 japonés durante la burbuja financiera e inmobiliaria en Japón de 1991.[20]​ En 1999, las acciones de Qualcomm se revalorizaron un 2619%, otras 12 acciones de gran capitalización subieron más del 1000% cada una, y otras siete acciones de gran capitalización subieron más del 900% cada una. Si bien el Nasdaq Composite subió un 85,6% y el índice S&P 500 un 19,5% en 1999, fueron más las acciones que bajaron de valor que las que subieron, ya que los inversores vendieron acciones de empresas de crecimiento más lento para invertir en acciones de Internet.[23]

Durante el auge económico, se produjo una cantidad sin precedentes de inversiones personales, y eran comunes las historias de personas que renunciaban a sus trabajos para invertir en el mercado financiero.[24]​ Los medios de comunicación aprovecharon el deseo del público de invertir en la bolsa; un artículo en The Wall Street Journal sugirió que los inversores "reconsideraran" la "extraña idea" de las ganancias,[25]​ y la CNBC informó sobre la bolsa con el mismo nivel de suspense que muchas cadenas proporcionaban a la transmisión de eventos deportivos.[20][26]

En el auge del boom, una empresa puntocom prometedora podía cotizar en bolsa mediante una oferta pública de venta inicial (OPI) y recaudar una cantidad sustancial de dinero, incluso sin obtener beneficios o, en algunos casos, sin obtener ingresos significativos ni siquiera un producto terminado. Quienes recibían opciones sobre acciones para empleados se convertían en millonarios instantáneos cuando sus empresas ejecutaban las OPI; sin embargo, a la mayoría de los empleados se les prohibía vender acciones inmediatamente debido a los períodos de bloqueo.[22]​ Los emprendedores más exitosos, como Mark Cuban, vendieron sus acciones o contrataron coberturas para proteger sus ganancias. Sir John Templeton apostó con éxito por muchas acciones de empresas puntocom en el pico de la burbuja, durante lo que él llamó una "locura temporal" y una "oportunidad única en la vida". Apostó por acciones justo antes del vencimiento de los períodos de bloqueo, que finalizaban seis meses después de las ofertas públicas iniciales (OPI), anticipando correctamente que muchos ejecutivos de empresas puntocom venderían sus acciones lo antes posible y que las ventas a gran escala harían caer los precios de las acciones.[27][28]

Tendencias de gasto de las empresas puntocom

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Las empresas puntocom destinaron la mayor parte de sus inversiones a estrategias de marketing. Izquierda: Un CD musical promocional para el buscapersonas Modo. Derecha: La marioneta de Pets.com.

La mayoría de las empresas puntocom incurrieron en pérdidas operativas netas debido a sus cuantiosas inversiones en publicidad y promociones para aprovechar los efectos de red y aumentar su cuota de mercado o reconocimiento de marca lo más rápido posible, bajo los lemas "crece rápido" y "crece o te perderás". Estas empresas ofrecían sus servicios o productos de forma gratuita o con descuento con la expectativa de generar suficiente notoriedad de marca para cobrar tarifas rentables por sus servicios en el futuro.[29][30]

La mentalidad de "crecimiento por encima de las ganancias" y el aura de invencibilidad de la "nueva economía" llevaron a algunas empresas a gastar desmedidamente en instalaciones de alta gama y vacaciones de lujo para sus empleados. Con el lanzamiento de un nuevo producto o sitio web, una empresa organizaba un evento costoso llamado fiesta puntocom.[31][32]

Burbuja en las telecomunicaciones

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En los cinco años posteriores a la entrada en vigor de la Ley de Telecomunicaciones de Estados Unidos de 1996, las empresas de equipos de telecomunicaciones invirtieron más de 500 mil millones de dólares, financiados principalmente con deuda, en tender cables de fibra óptica, añadir nuevos conmutadores y construir redes inalámbricas.[21]​ En muchas áreas, como el Corredor Tecnológico de Dulles en Virginia (EE.UU.), los gobiernos financiaron infraestructura tecnológica y crearon leyes comerciales y fiscales favorables para alentar a las empresas a expandirse.[33]​ El crecimiento de la capacidad superó ampliamente el crecimiento de la demanda.[21]​ Las subastas de espectro para 3G en el Reino Unido en abril de 2000, lideradas por el Ministro de Hacienda Gordon Brown, recaudaron 22 500 millones de libras.[34]​ En Alemania, en agosto de 2000, las subastas recaudaron 30 mil millones de libras.[35][36]​ Una subasta de espectro 3G en Estados Unidos en 1999 tuvo que repetirse cuando los ganadores incumplieron sus ofertas de 4 mil millones de dólares. La nueva subasta generó un 10% de los precios de venta originales.[37][38]

Cuando la financiación se volvió difícil de obtener tras el estallido de la burbuja, los altos ratios de endeudamiento de algunas empresas llevaron a varias quiebras.[39]​ Los inversores en bonos recuperaron poco más del 20% de sus inversiones.[40]​ Sin embargo, varios ejecutivos de telecomunicaciones vendieron acciones antes del colapso, entre ellos Philip Anschutz, quien obtuvo 1,9 mil millones de $; Joseph Nacchio, quien obtuvo 248 millones de $, y Gary Winnick, quien vendió acciones por valor de 748 de $ millones.[41]

Estallido de la burbuja

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Tasas de interés gubernamentales históricas en Estados Unidos

A principios de la década de 2000, el gasto en tecnología era volátil, ya que las empresas se preparaban para el problema del "efecto 2000". Existía la preocupación de que los sistemas informáticos tuvieran dificultades para cambiar sus sistemas de reloj y calendario de 1999 a 2000, lo que podría desencadenar problemas sociales o económicos más amplios, pero prácticamente no hubo impacto ni disrupción gracias a una preparación adecuada.[42]​ El gasto en publicidad también alcanzó nuevas cotas para el sector: dos empresas puntocom adquirieron espacios publicitarios para la Super Bowl XXXIII (1999), y 17 empresas puntocom adquirieron espacios publicitarios al año siguiente para la Super Bowl XXXIV (2000).[43]

El 10 de enero de 2000, America Online, liderada por Steve Case y Ted Leonsis, anunció una fusión con Time Warner, liderada por Gerald M. Levin. Esta fusión fue la mayor hasta la fecha y fue cuestionada por numerosos analistas.[44]​ Posteriormente, el 30 de enero de 2000, 12 de los 61 anuncios de la Super Bowl XXXIV fueron adquiridos por empresas puntocom (según las fuentes, el número oscila entre 12 y 19 empresas, según la definición de "empresa puntocom"). En aquel momento, el coste de un anuncio de 30 segundos oscilaba entre 1,9 y 2,2 millones de dólares.[45][46]

Mientras tanto, Alan Greenspan, entonces presidente de la Reserva Federal (FED), subió los tipos de interés varias veces; muchos creían que estas acciones provocaron el estallido de la "burbuja puntocom". Sin embargo, según Paul Krugman, «no subió los tipos de interés para frenar el entusiasmo del mercado; ni siquiera intentó imponer requisitos de margen a los inversores bursátiles. En cambio, [se alega] esperó a que la burbuja estallara, como ocurrió en 2000, y luego intentó arreglar el desastre».[47]​ El autor y comentarista financiero E. Ray Canterbery coincidió con la crítica de Krugman.[48]

El viernes 10 de marzo de 2000, el índice bursátil compuesto Nasdaq alcanzó un máximo de 5.048,62 puntos.[49]​ Sin embargo, el 13 de marzo de 2000, la noticia de que Japón había entrado una vez más en recesión desencadenó una ola de ventas global que afectó desproporcionadamente a las acciones tecnológicas.[50]​ Poco después, Yahoo! y eBay finalizaron las negociaciones de fusión y el Nasdaq cayó un 2,6%, pero el S&P 500 subió un 2,4% a medida que los inversores pasaban de las acciones tecnológicas con altos rendimientos esperados a las acciones "tradicionales" de menor rendimiento.[51]

El 20 de marzo de 2000, la revista Barron's publicó un artículo de portada titulado "En auge; Advertencia: Las empresas de Internet se están quedando sin efectivo rápidamente", que predijo la inminente quiebra de muchas empresas del negocio de Internet.[52]​ Esto llevó a muchos a reconsiderar sus inversiones. Ese mismo día, MicroStrategy anunció una corrección de ingresos debido a prácticas contables agresivas. El precio de sus acciones, que había subido de 7 dólares por acción a 333 dólares por acción en un año, cayó a 140 dólares por acción, o un 62%, en un día.[53]​ Al día siguiente, la Reserva Federal subió los tipos de interés, lo que provocó una curva de rendimiento invertida, aunque las acciones subieron temporalmente.[54]

De forma tangencial a toda la especulación, el juez Thomas Penfield Jackson emitió sus conclusiones de derecho en el Caso Estados Unidos contra Microsoft (2001) y dictaminó que Microsoft era culpable de monopolio y venta vinculada, en violación de la Ley Antimonopolio Sherman. Esto provocó una caída del 15 % en el valor de las acciones de Microsoft en un solo día y una caída de 350 puntos (8 %) en el valor del Nasdaq. Muchos consideraron que las acciones legales perjudicaron a la tecnología en general.[55]​ Ese mismo día, Bloomberg News publicó un artículo de amplia difusión que afirmaba: «Es hora, por fin, de prestar atención a las cifras».[56]

El viernes 14 de abril de 2000, el índice Nasdaq Composite cayó un 9%, poniendo fin a una semana en la que cayó un 25%. Los inversores se vieron obligados a vender acciones antes del Tax Day, la fecha de vencimiento para pagar impuestos sobre las ganancias realizadas el año anterior.[57]​ En junio de 2000, las empresas puntocom se vieron obligadas a reevaluar su gasto en campañas publicitarias..[58]​ El 9 de noviembre de 2000, Pets.com, una empresa muy publicitada que contaba con el respaldo de Amazon.com, cerró solo nueve meses después de completar su IPO.[59][60]​ En ese momento, la mayoría de las acciones de empresas vinculadas a internet habían disminuido su valor en un 75% desde sus máximos, eliminando 1,755 billones de $ en valor.[61]​ En enero de 2001, solo tres empresas puntocom compraron espacios publicitarios durante la Super Bowl XXXV.[62]​ Los atentados del 11 de septiembre de 2001 aceleraron la caída del mercado bursátil.[63]​ La confianza de los inversores se vio aún más erosionada por varios escándalos contables y las quiebras resultantes, incluyendo el escándalo Enron en octubre de 2001, el escándalo de WorldCom en junio de 2002,[64]​ y el escándalo de Adelphia Communications Corporation en julio de 2002.[65]

Al final de la caída del mercado bursátil en 2002, las acciones habían perdido 5 billones de dólares en capitalización de mercado desde el pico máximo.[66]​ En su mínimo el 9 de octubre de 2002, el NASDAQ-100 había caído a 1.114 puntos, un 78% menos que su pico máximo.[67][68]

Secuelas

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Tras la desaparición del capital riesgo, la mentalidad operativa de ejecutivos e inversores cambió por completo. La vida útil de una empresa puntocom se medía por su tasa de quema, es decir, la velocidad a la que gastaba su capital existente. Muchas empresas puntocom se quedaron sin capital y fueron liquidadas (desaparecieron). Industrias auxiliares, como la publicidad y el transporte marítimo, redujeron sus operaciones al caer la demanda de servicios. Sin embargo, muchas empresas lograron resistir la crisis; el 48 % de las empresas puntocom sobrevivieron hasta 2004, aunque con valoraciones más bajas.[29]

Varias empresas y sus ejecutivos, incluidos Bernard Ebbers, Jeffrey Skilling y Kenneth Lay, fueron acusados o condenados por fraude por malversar el dinero de los accionistas, y la Comisión de Bolsa y Valores de Estados Unidos impuso grandes multas a empresas de inversión como Citigroup y Merrill Lynch por engañar a los inversores.[69]

Tras sufrir pérdidas, los inversores minoristas reorientaron sus carteras de inversión hacia posiciones más cautelosas.[70]​ Los foros populares de Internet centrados en acciones de alta tecnología, como Silicon Investor, Yahoo! Finance y The Motley Fool, disminuyeron significativamente su uso.[71]

Mercado laboral y exceso de trabajores de oficina

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Los despidos de programadores provocaron una sobreoferta general en el mercado laboral. La matrícula universitaria para carreras relacionadas con la informática disminuyó notablemente.[72][73]​ Las sillas Aeron, que se vendían a 1100 dólares cada una, fueron liquidadas en masa.[74]

Legado

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A medida que el crecimiento del sector tecnológico se estabilizó, las empresas se consolidaron; algunas como Amazon, eBay, Nvidia y Google ganaron cuota de mercado y llegaron a dominar sus respectivos sectores. Las empresas públicas más valiosas se encuentran ahora, por lo general, en el sector tecnológico.

En un libro de 2015, el capitalista de riesgo Fred Wilson, que financió muchas empresas punto-com y perdió el 90% de su patrimonio neto cuando estalló la burbuja punto-com, dijo sobre la burbuja punto-com:

Un amigo mío tiene una frase genial. Dice: «Nada importante se ha construido jamás sin una exuberancia irracional ». Lo que significa que se necesita algo de esta obsesión para que los inversores abran sus carteras y financien la construcción de ferrocarriles, la industria automotriz, la aeroespacial o lo que sea. Y en este caso, gran parte del capital invertido se perdió, pero también se invirtió en una red troncal de alto rendimiento para Internet, en mucho software que funciona, en bases de datos y en la estructura de servidores. Todo eso ha permitido lo que tenemos hoy, que ha cambiado nuestras vidas... eso es lo que construyó toda esta obsesión especulativa.[75]

Véase también

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Otras crisis económico-financieras

Referencias

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  2. La burbuja puntocom aún resuena en los mercados, 25 años después, con la explosión de la IA Cinco Días
  3. El día que el mercado abrió los ojos: se cumplen 25 años del estallido de la burbuja 'puntocom' El Economista
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Bibliografía

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  •   Multimedia: Dot-com bubble / Q79721