Brutalismo en Venezuela

Summary

El brutalismo en Venezuela constituye una corriente arquitectónica que, a partir de mediados del siglo XX, ha marcado significativamente en la vanguardia de la arquitectura moderna del país, especialmente en Caracas, su capital.[1]​ Según el Diccionario de la lengua española (DLE), se trata de un movimiento artístico caracterizado por enfatizar la naturaleza expresiva de los materiales.[2]

El complejo urbanístico Parque Central, ubicado en Caracas, albergó los rascacielos más altos de América Latina desde 1979 hasta 2003.

La presencia del brutalismo en América estuvo influenciada por el arquitecto francosuizo Le Corbusier, quien promovió el uso del béton brut (hormigón visto) en la construcción de la Unité d'Habitation en Marsella (Francia) en 1952.[3]​ En Venezuela, esta tendencia fue adoptada y reinterpretada en un contexto de bonanza petrolera, lo que permitió importantes inversiones en infraestructura y la modernización urbana.

Esto se reflejó en la construcción de diversos proyectos institucionales, educativos, culturales, religiosos y residenciales.[4]

Contexto socioeconómico y político

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El brutalismo venezolano se inserta en el marco de la modernización impulsada por la bonanza petrolera, un período de prosperidad económica que permitió financiar proyectos arquitectónicos de gran escala.[5]​ Durante los gobiernos de Marcos Pérez Jiménez (1952-1958) y las administraciones democráticas posteriores, se promovió una arquitectura que buscaba simbolizar el progreso y la modernidad.[6]​ Esta orientación se manifestó en proyectos emblemáticos como El Helicoide, concebido originalmente como un centro comercial con un diseño futurista.[7]​ Sin embargo, la crisis económica de los años 80, conocida como el «Viernes Negro» (1983), condicionó la suspensión o modificación de varios de estos proyectos.[8]​ Como consecuencia, algunas estructuras quedaron inacabadas o fueron reasignadas a otros usos; por ejemplo, El Helicoide pasó a funcionar como sede policial.[9]​ Este contexto económico y político influyó tanto en la proliferación como en el posterior abandono de ciertos proyectos brutalistas en el país.

 
Maqueta de «El Helicoide», obra del arquitecto Jorge Romero Gutiérrez.

Según el arquitecto venezolano Carlos Raúl Villanueva, figura cardinal del modernismo en la nación, reflexionó profundamente sobre el uso del concreto:

Me gustan los materiales que, por su pobreza y sinceridad plebeya, me permiten desafiar al estúpido engreimiento del exhibicionismo.[10]
Carlos Raúl Villanueva

Esta visión se enmarca en la influencia del arquitecto francosuizo Le Corbusier, cuyo concepto de béton brut (hormigón crudo) inspiró a una generación de arquitectos venezolanos. Es menester resaltar que, entre 1940 y 1980, Venezuela experimentó el auge de una industria cementera de envergadura, que, junto con la llegada de inmigrantes especializados tras la Segunda Guerra Mundial, permitió el uso masivo del concreto armado. La capacidad industrial y técnica del país para procesar el concreto a costos competitivos facilitó su adopción masiva en proyectos públicos y privados.[11]

Obras de infraestructura

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Fachada de la torre América, situado en la urbanización Bello Monte, Caracas.

Entre sus exponentes se encuentra el arquitecto Carlos Raúl Villanueva, cuya obra en la Ciudad Universitaria de Caracas, declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, es un referente del estilo.[12]​ También se le atribuyen la sede del Tribunal Supremo de Justicia de Venezuela (1982) y la ampliación del Museo de Bellas Artes (1973);[13][14]Jesús Tenreiro Degwitz, diseñador de la Casa Lucca-Dragone (1991) y el Consejo Municipal de Iribarren (1968); Carlos Gómez de Llarena, responsable del Palacio de Justicia de Caracas (1983) y la Torre América (1973), esta última en colaboración con Moisés Benacerraf, quien, a su vez, diseñó y construyó el Centro Comercial Bello Monte;[15][16]​ así como Tomás José Sanabria, autor del diseño del edificio del Banco Central de Venezuela (BCV).[17]

Especialmente en la capital, se desarrollaron varias obras brutalistas con funciones culturales y educativas, entre ellas el Teatro Teresa Carreño (1983);[18]​ el Museo de Arte Contemporáneo de Caracas (1973), diseñado por Nicolás Sidorkovs;[19]​ y la sede del Instituto Nacional de Capacitación y Educación (INCE) (1968), proyectada por el arquitecto Isaac Abadí.[20]

El brutalismo también se extendió a edificaciones de carácter religioso, destacando la Catedral de San Felipe (1970) y el Santuario Nacional de Nuestra Señora de Coromoto (1980), ambas del arquitecto Erasmo Calvani.[21][22]

Galería

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Véase también

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Referencias

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  1. Cózar, Felicidad Herrero (30 de marzo de 2023). «Descubre la innovadora arquitectura del siglo XX en Venezuela». Arquitectura Noticias. Consultado el 23 de marzo de 2025. 
  2. «Brutalismo». Real Academia Española. Consultado el 23 de marzo de 2025. 
  3. Gargiani, Roberto; Rosellini, Anna (2013-10). Parenthèses, ed. La découverte du béton brut avec malfaçons : chronique du chantier de l'Unité d'habitation à Marseille. Parenthèses. pp. 152 - 179. Consultado el 23 de marzo de 2025. 
  4. Salomón, Luisa (5 de diciembre de 2021). «Formas constructivas del siglo XX en la arquitectura venezolana». Prodavinci. Consultado el 23 de marzo de 2025. 
  5. Davila, Luis Ricardo (1 de enero de 2000). «Modernidad, nación y petróleo en Venezuela». Revista Banco Central de Venezuela. Consultado el 25 de marzo de 2025. 
  6. Blackmore, Lisa (22 de julio de 2017). Spectacular Modernity: Dictatorship, Space, and Visuality in Venezuela, 1948-1958 (en inglés). University of Pittsburgh Press. ISBN 978-0-8229-8236-4. Consultado el 25 de marzo de 2025. 
  7. Almandoz, Arturo (10 de octubre de 2014). Modernization, Urbanization and Development in Latin America, 1900s - 2000s (en inglés). Routledge. ISBN 978-1-317-60650-5. Consultado el 25 de marzo de 2025. 
  8. Tarver, H. Micheal (25 de octubre de 2018). The History of Venezuela (en inglés). Bloomsbury Publishing USA. ISBN 978-1-4408-5774-4. Consultado el 25 de marzo de 2025. 
  9. «El Helicoide: el centro comercial de Venezuela que se convirtió en un sitio de torturas». BBC News Mundo. 25 de enero de 2019. Consultado el 25 de marzo de 2025. 
  10. Puentes, Luis. Carlos Raúl Villanueva Reflexiones personales sobre la arquitectura y el arquitecto. Consultado el 25 de marzo de 2025. 
  11. Mazzei, Rodrigo Capriles (11 de septiembre de 2023). «Brutalismo: Más allá de tendencias». Medium (en inglés). Consultado el 25 de marzo de 2025. 
  12. «Carlos Raúl Villanueva: construyendo modernidad II. La ciudad universitaria de Caracas.». E S T I L O / Online. 1 de octubre de 2023. Consultado el 23 de marzo de 2025. 
  13. OceanDrive, Revista. «Arquitectos de Venezuela». Revista OceanDrive. Consultado el 24 de marzo de 2025. 
  14. «Estructuras en bruto: el Museo de Bellas Artes de Caracas y el Sesc Pompeia». riunet.upv.es. Consultado el 24 de marzo de 2025. 
  15. «Architectural photography - The palace of light and darkness / Foto...». ecency.com (en inglés). Consultado el 24 de marzo de 2025. 
  16. Features, Adam Štěch published in (11 de mayo de 2024). «We tour Caracas’ treasure trove of modernist architecture gems». wallpaper.com (en inglés). Consultado el 24 de marzo de 2025. 
  17. «Manuel Fuentes». Fundación Arquitectura y Ciudad. 6 de junio de 2021. Consultado el 24 de marzo de 2025. 
  18. «Teatro Teresa Carreño: arquitectura brutalista en Venezuela». Holding Angelini. Consultado el 24 de marzo de 2025. 
  19. RadioAdmin (20 de febrero de 2025). «Museo de Arte Contemporáneo de Caracas - Otilca Radio». Consultado el 24 de marzo de 2025. 
  20. «Museo de Bellas Artes de Caracas (MBA)». IAM Venezuela. 10 de abril de 2015. Consultado el 24 de marzo de 2025. 
  21. «¿SABÍA USTED…». Fundación Arquitectura y Ciudad. 30 de junio de 2024. Consultado el 24 de marzo de 2025. 
  22. «Un santuario por un bolívar». IAM Venezuela. 23 de octubre de 2024. Consultado el 24 de marzo de 2025.