Los bienes libres o bienes no económicos son aquellos que, a diferencia de los bienes económicos, se encuentran disponibles en abundancia, no tienen dueño, no poseen precio y no requieren de un proceso productivo para su obtención.[1]
Se caracterizan por estar disponibles en cantidades suficientes para satisfacer la demanda sin restricción alguna, lo que permite su acceso de forma gratuita. Ejemplos de bienes libres son la luz solar y el aire.
No deben confundirse con los bienes comunes ni con los bienes mostrencos.