Berenguer de Narbona (c. 1140-depuesto o muerto en 1211/1213),[1][2][3] hijo natural del conde de Barcelona y princeps de Aragón Ramón Berenguer IV, fue abad de Montearagón, obispo de Lérida y arzobispo de Narbona. A lo largo de su vida defendió los intereses que en Occitania tenía la Casa de Aragón.[3]
Su primera aparición documental es en agosto de 1169, cuando se le menciona como abad de Montearagón, por lo que se calcula nació en torno al 1140.[4] Ya en 1170 fue nombrado obispo de Tarazona, más tarde, de 1176/7 a 1191 fue obispo de Lérida, desde donde tuvo que combatir a los cátaros. En 1179 participó en el Concilio de Letrán III celebrado en Roma y en 1180 en el concilio provincial de Lérida para dar a conocer las decisiones, con el fin de aplicarlas a la provincia tarraconense.
En 1186 juró delante del cabildo de la catedral mantener y conservar los privilegios y concesiones que el obispo Guillermo Pedro de Ravidats había concedido y de 1191 al 1213 fue arzobispo de Narbona. El Papa Inocencio III, con quien tuvo grandes conflictos, le privó de la abadía del Monasterio de Montearagón, y le declaró indigno desde 1201 por proteger los intereses de los cátaros.[1]