Baudonivia fue una monja francesa y erudita del convento de Poitiers quien, entre 600 y 602, contestó a la petición de las otras monjas de componer una biografía de su fundadora, Radegunda.
Baudonivia | ||
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Información personal | ||
Nacimiento | Siglo VI | |
Fallecimiento | Siglo VII | |
Religión | Iglesia católica | |
Información profesional | ||
Ocupación | Monja cristiana y hagiógrafa | |
Venancio Fortunato se convirtió en obispo de Poitiers en 590 y poco después, escribió una biografía de Radegunda titulada Vita Radegundis.[1] En algún momento posterior al año 600, las monjas escogieron a Baudonivia, una de las suyas, para escribir una biografía que complementara la obra de Fortunato.[2] Basada en su conocimiento personal de Radegunda, la biografía que hizo Fortunato de la santa, y las fuentes hagiográficas, Baudovinia creó el retrato de una mujer devota y sin embargo implacable desde el punto de vista político, que usó su poder terrenal para sostener el monasterio.[2]
Los eruditos han destacado las diferencias temáticas entre la biografía de Fortunato y la de Baudonivia: mientras el primero se centra en la deferencia de Radegunda hacia la autoridad, la segunda subraya su papel como diplomática y protectora de su comunidad de monjas. Mientras Fortunato relata la amplia automutilación que llevó a cabo Radegunda, Baudonivia habla de su escritura de cartas, sus acciones en defensa de la Iglesia y de los individuos, sus viajes para recoger reliquias y, lo que es más importante, sus esfuerzos por obtener un fragmento de la Vera Cruz de Justino II, el emperador bizantino.[3]
La diferencia de puntos de vista en las dos biografías llama mucho la atención porque, a diferencia de Fortunatus, Baudonivia no destaca en primer lugar las virtudes que se podían esperar -piedad y abnegación-; más realista, hará hincapié en atributos femeninos: solicitud maternal por sus monjas, sus intentos de servir de pacificadora entre los miembros de su familia política y su esfuerzo por convertir su monasterio en un centro de intercesión para los reyes francos.[4]
El libro también incluye todos los milagros atribuidos a Radegunda.[2][5]
Se la recuerda en la instalación The Dinner Party de la artista feminista Judy Chicago.