La batalla de Lutos[2][3][4][5] (también llamada de los Lodos[6] o en asturiano de los Llodos),[7] ocurrió en 794, cuando el emir Hisham I de Córdoba envió una expedición contra Oviedo, capital del Reino de Asturias. La tropa islámica, encabezada por el general Abd al-Málik ibn Abd al-Wáhid ibn Mugaith, consiguió saquear la ciudad, pero en el camino de retorno fue emboscada por el rey asturiano Alfonso II, resultando destruida.
Batalla de Lutos | ||||
---|---|---|---|---|
Parte de la Reconquista | ||||
![]() Mapa de la península ibérica hacia el año 814. | ||||
Fecha | 794 | |||
Lugar | Los Lodos, Grado, Asturias, España | |||
Coordenadas | 43°20′00″N 6°25′00″O / 43.3333, -6.41667 | |||
Resultado | Victoria asturiana | |||
Beligerantes | ||||
| ||||
Comandantes | ||||
| ||||
Fuerzas en combate | ||||
| ||||
Las aceifas de las algaras del Emirato de Córdoba contra el Reino de Asturias se intensificaron en la década de 790: en 791 los moros asolaron la actual Galicia y derrotaron al rey Bermudo I en el río Burbia, y en 792 saquearon Álava. Estas incursiones obligaron a Alfonso II a trasladar su capital de Pravia a Oviedo, ciudad que consideraba más segura.[8][9]
Según Ibn Idari, en 794 el emir musulmán Hisham I de Córdoba organizó una nueva algarada contra el reino cristiano.[10] Reunió dos contingentes al mando de los hermanos Abd al-Karim ibn Abd al-Wáhid ibn Mugaith y Abd al-Málik ibn Abd al-Wáhid ibn Mugaith.[11] Ambas fuerzas salieron simultáneamente de Córdoba. El ejército al mando del primero saqueó las tierras de Álava y el incipiente Condado de Castilla, obteniendo gran botín.[12] Mientras, la tropa mandada por el segundo se dirigió contra las tierras gallegas y leonesas y luego contra Oviedo.[13] La ciudad fue capturada y saqueada, todas las iglesias construidas por Fruela I fueron destruidas, las murallas derribadas, las casas quemadas y los habitantes que no lograron huir fueron capturados.[14][15][16][17]
Abd al-Málik decidió retirarse por la misma ruta por la que entró, por el actual Camino Real del Puerto de la Mesa. Según José Javier Esparza Torres, hay un pasillo estrecho entre dos cerros al lado del río Pigüeña que textos antiguos llaman Lutos, probablemente del latín lutum, «lodos», pues la hoya junta al río es un lodazal.[14] Rodeados de precipicios y ciénagas, la fuerza mora no podía moverse.[18] Entre las opciones propuestas están la aldea de Llamas del Mouro, cerca de Cangas del Narcea, propuesta por Luis Alfonso de Carvallo, quien se basaba en leyendas orales: «una constante fama que allí acabaron de morir todos los moros de aquel exercito».[19] El cartógrafo alemán Karl Spruner von Merz identifica Lutos con San Martín de Lodón[20] debido a la similitud etimológica.[21] La ubicación que se ha venido barajando en las últimas década para el lugar del encuentro bélico, fue la finca de La Ventona, a 150 m. de Los Lodos. Sin embargo, en 2022 otros investigadores propusieron una nueva ubicación, en el pico Mirayu y su vega, cerca del lugar anterior, que por su situación es una zona estratégica. Esto coincide con el hallazgo de un sistema fortificado que se desconocía.[22][23]
Los asturianos atacaron sorpresivamente desde las alturas, probablemente primero con una lluvia de rocas, flechas, dardos y jabalinas. Luego, los cristianos cargaron y pasaron por sobre todo moro que intento hacerles frente, mientras que los que huían quedaron atrapados en el lodazal o caían por los precipicios. Entre los muertos estaba el propio Abd al-Málik.[24] Todo el botín capturado por los moros fue para el rey y los cristianos prisioneros fueron liberados.[8] En palabras de Esparza Torres: «atacó en el lugar precisos en el momento preciso, sacando el máximo partido de unas fuerzas numéricamente inferiores y anulando la superioridad inicial del enemigo».[24]
Lutos fue uno de los últimos intentos del Emirato de someter bajo su control directo a los cristianos del norte.[25] Hisham I debió centrarse en apagar revueltas.[26]
Fue una de las mayores victorias de los asturianos sobre los moros. Las crónicas medievales afirman que 70 000 agarenos murieron en la batalla,[2][3][4][5] pero los historiadores modernos consideran exagerado ese número.[19][11][27][28][29] Debe tenerse en cuenta que los cronistas medievales solían exagerar mucho en el tamaño de los ejércitos enemigos.[30] Una estimación más moderada rebaja la cifra real de fallecidos a 600 cristianos y 1600 musulmanes.[1] Según las crónicas islámicas, el emir siempre pagaba el rescate de sus soldados capturados y daba pensiones a los hijos de sus muertos.[31]
A pesar de la victoria, quedaba claro que los asturianos no podían enfrentarse a los moros en batalla campal y que el Emirato podía entrar en tierras cristianas impunemente.[24] En 795 Hisham I envió una expedición punitiva a cargo de Abd al-Karim.[32] Alfonso II presentó resistencia en las Babias.[33]