La batalla de Lisimaquia fue un enfrentamiento militar librado en 277 a. C., entre las fuerzas del Reino de Macedonia al mando del rey Antígono II Gonatas y los invasores celtas, con victoria de las primeras.
Batalla de Lisimaquia | ||||
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Parte de la invasión celta de los Balcanes | ||||
Fecha | 277 a. C. | |||
Lugar | Lisimaquia | |||
Resultado | Victoria macedonia | |||
Combatientes | ||||
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Comandantes | ||||
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Fuerzas en combate | ||||
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Bajas | ||||
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En la primera mitad del siglo IV a. C.,[3] la presión demográfica[4] en Europa Central de los pueblos pertenecientes a la cultura de La Tène[3] forzó a muchos de ellos a migrar al sur[4] de los Alpes.[5] Lo hacían por hambre o por deseo de botín, seguros que ningún pueblo podría derrotarlos.[6] Tras varias generaciones, enviaron expediciones contra Grecia y Macedonia.[7] En 280 a. C., el rey macedónico Ptolomeo Cerauno intentó enfrentarlos, pero resultó vencido y muerto.[8]
Según el cronista Diodoro Sículo, en los tres años que siguieron hubo varios pretendientes disputándose el trono, lo que permitió a los celtas apoderarse del territorio hasta su expulsión definitiva. Cerauno fue sucedido por Meleagro, luego por Antípatro Etesias, Sóstenes de Macedonia y finalmente Antígono II Gonatas.[9] El cronista Eusebio de Cesarea dijo que Meleagro gobernó por dos meses antes de ser depuesto por los macedonios, quienes lo consideraban indigno.[10][11] Lo reemplazaron con Antípatro por 45 días hasta que lo derrocó un general llamado Sóstenes, quien gobernó dos años; Sóstenes fue aclamado rey por su gente, pero él no tenía sangre real y se consideró indigno, gobernando como un strategos.[11][12] Siguió una guerra civil entre los partidarios de un tal Aridaeo, los ptolemaicos y los antipátridas. Finalmente, cuatro años después de la muerte de Cerauno llegó al poder Antígono II.[13] Por su parte, Diodoro afirmaba que Meleagro gobernó por unos pocos días, Antípatro por 45 días y Sóstenes por tres años hasta la llegada de Antígono II.[9]
Según Justino, este contingente bárbaro había sido dejado como retaguardia por Breno y sumaba 15 000 infantes y 3000 jinetes.[14][15] El historiador estadounidense Fred Eugene Ray estaba de acuerdo con él, aunque cree que se deben agregar dos mil hostigadores armados con jabalinas.[1]
Respecto al ejército de Antígono II, Ray estima que su expedición contaba con 18 000 hoplitas, 4000 infantes ligeros y 2000 jinetes que habían sido transportados en 300 barcos.[1]
Después de firmar la paz con el seléucida Antíoco I Sóter, Antígono II marchó contra los celtas[16] y decidió hacerse con el poder en la anárquica Macedonia.[17] Primero vencieron a los tribalos y getas y después enviaron embajadores al campamento de Antígono II para exigirle oro a cambio de la paz;[18] estaba ubicado cerca de Lisimaquia.[19][20] El rey macedonio, para demostrarles su poder, los invitó a un banquete donde les exhibió sus tesoros,[21] monstruosos elefantes y naves cargadas de suministros.[22] No se dio cuenta de que con eso excitó los ánimos de los embajadores,[23] quienes al volver a su país estaban más deseosos de la guerra[24] y exageraron las noticias sobre el tesoro real.[25] Incluso afirmaron que los macedonios no vigilaban su campamento, pues tenían tanto oro que habían olvidado sus deberes militares.[26] Con esto convencieron a sus compañeros.[27] Además, ya habían matado a un rey macedonio y destruyeron a su ejército.[28]
Los galos decidieron atacar el campamento del monarca por la noche, pero el gobernante fue prevenido de lo que se le venía encima y ordenó sacar todo su equipaje y que sus soldados se ocultaran en un bosque vecino.[29] Los bárbaros vieron el lugar sin guardias ni vigías, por lo que sospecharon por algún tiempo,[30] pero finalmente ocuparon el campamento después de enviar exploradores.[31] Más tarde, fueron a la costa y saquearon los barcos.[32] Estarían a 10 metros de distancia entre sí, formando una sólida posición defensiva de 3 km, probablemente reforzada por una trinchera poco profunda y un montículo de arena alrededor.[1] En esos momentos fueron atacados por soldados y marineros que estaban refugiados en la zona con sus familias,[32] posiblemente un tercio de los hoplitas, miles de marineros y remeros y 1000 a 1500 infantes ligeros expertos en el uso de proyectiles.[1]
Según el historiador británico William Woodthorpe Tarn, los galos cayeron en una emboscada preparada por Antígono II que uso como cebo a su campamento.[15] Ray está de acuerdo, cree que los macedonios se dividieron en dos grupos ocultos en el bosque y los barcos anclados en la costa, abandonando su campamento para provocar el ataque.[1] Otros investigadores creen que fue una coincidencia, y la victoria macedonia se debió al deseo de sus soldados por proteger sus propiedades y familias.[33]
Se dice que la matanza fue tan grande que Antígono II pudo firmar la paz como vencedor no sólo con los celtas, sino que con otras tribus bárbaras.[2] Para entonces, la invasión celta había durado tres años y tanto Macedonia como Tracia estaban devastadas.[34] Esta victoria permitió al vencedor reclamar el trono macedonio al año siguiente.[35][36]
No fue el fin de las migraciones celtas, pues otro grupo cruzó a Anatolia[37] y conquistaron un territorio que fue llamado Galacia.[38] Por su parte, Breno venció a los griegos en Termópilas,[39] pero fue vencido en su ataque contra Delfos y se suicidó.[40] Sobre los galos vencidos en Lisimaquia, huyeron a Tracia, donde fundaron un pequeño territorio independiente hasta el año 212 a. C..[41]
Se sabe que Antígono II contrató unos 9000 galos como mercenarios y le sirvieron para acabar con su rival Antípatro.[42][43][44] Los etolios se negaron a ayudar a Antípatro, pues lo acusaban de no hacer nada contra Breno y que ellos derrotaron a los bárbaros sin su ayuda,[45] mientras que el rey macedonio sólo se interesaba por recuperar su trono.[46] Lo cierto es que, sin los macedonios cuidando las fronteras del norte, invasiones bárbaras se habrían producido muchas más veces en Grecia.[47]