La batalla de Gagliano fue una de las batallas de la guerra de las Vísperas Sicilianas.
Batalla de Gagliano | ||||
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Parte de Guerra de las vísperas sicilianas | ||||
“Vísperas sicilianas”, óleo sobre tela de Francesco Hayez. | ||||
Fecha | año 1300 | |||
Lugar | Gagliano Castelferrato, Sicilia, Italia | |||
Coordenadas | 37°43′00″N 14°32′00″E / 37.71666667, 14.53333333 | |||
Resultado | Victoria siciliana | |||
Beligerantes | ||||
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Comandantes | ||||
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Fuerzas en combate | ||||
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Jaime II el Justo tuvo que asumir la paz de Anagni bajo el auspicio del papa Bonifacio VIII, por lo que a cambio de poseer las islas de Cerdeña y Córcega, debía ceder Sicilia a la Iglesia que, a su vez, cedería el control a los Anjou en 1295. Los sicilianos rechazaron volver al control de los franceses, y el 11 de diciembre del mismo año el parlamento siciliano, reunido en el castillo de Ursino de Catania proclamó rey a Federico II de Sicilia, que fue coronado rey por los nobles en Palermo en 1296.
Su rechazo a las pretensiones del papa provocó la ofensiva siciliana en Calabria, desde donde puso en asedio diferentes villas, incitó a la revuelta en el reino de Nápoles, negoció con el partido Gibel de Toscana y Lombardía, y asesoró a la casa Colonna contra el papa Bonifacio. Mientras Carlos de Valois invadió Sicilia, y Jaime el Justo, que recibió diferentes favores de la Santa Sede, hizo casar su hermana Violante de Aragón con Roberto I de Nápoles, el tercer hijo de Carlos II de Anjou.
Los dignatarios catalanes de Sicilia[nota 1] se pusieron del lado de Federico II de Sicilia, que fue investido por el parlamento siciliano el once de diciembre de 1295, y coronado Rey el 25 de mayo de 1296, iniciando una ofensiva en Calabria. Durante la batalla de Catanzaro, antes de tomarla, hizo entrega de ella y de todo el condado a Guillem Galceran de Cartellà, lo que provocó un enfrentamiento entre el rey y Roger de Lauria. Frederico II se apoderó de sus castillos y al tratar Roger de reconquistarlos, topó con Guillem Galceran de Cartellà y sus almogávares, y quedando muy malherido se retiró.
Jaime el Justo quería cumplir su parte de la paz de Anagni y envió a Juan de Procida y Roger de Lauria, derrotando a Federico II de Sicilia en la batalla del cabo Orlando, mientras los hijos de Carlos, Roberto I de Nápoles y Felipe de Nápoles desembarcaban en Sicilia, tomando Catania. Felipe sitió Trapani, pero fue vencido y capturado por Federico II en la batalla de Falconara.
Después de la batalla de Falconara, Gualterio V de Brienne y otros barones franceses socorrieron a la casa de Anjou enviando trescientos caballeros, los “caballeros de la muerte” a Catania, para vengar la muerte de sus parientes y combatir a Guillem Galceran de Cartellà y Blasco de Alagón el Viejo, que estaban en el castillo de Gagliano[1] con sus almogávares. Se sumaron a estos caballeros muchos soldados a pie y gente favorable a la expulsión de los catalanes de aquellas tierras, hasta tal punto que terminaron siendo quinientos caballeros y muchos soldados a pie. Por otra parte, unos trescientos almogávares a pie y unos doscientos a caballo, dirigidos por Guillem Galceran a caballo[2] les intentarían hacer frente.
La táctica empleada por los almogávares fue dividir las fuerzas, situando los almogávares montados a la izquierda y los almogávares a pie a la derecha, sin vanguardia ni retaguardia, atacando frontalmente.[3] La batalla comenzó a primera hora de la mañana, siendo igualada hasta que fue claramente favorable a los almogávares gracias a un esfuerzo sobrehumano y a la motivación al grito de guerra "Aragón". La batalla terminó con la muerte de todos los caballeros franceses excepto cinco caballeros de Catania que hacían sólo de guía, y por parte catalana 22 hombres a caballo y 34 infantes.[3]