Atilano Cruz Alvarado (Ahuetita de Abajo, Teocaltiche, Jalisco, México, 5 de octubre de 1901 - Cuquío, Jalisco, México, 1 de julio de 1928), mayormente conocido solo como Atilano Cruz, fue un vicario mexicano, mártir durante la Guerra Cristera y santo de la Iglesia Católica.
Atilano Cruz | ||
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Información personal | ||
Nombre completo | Atilano Cruz Alvarado | |
Nacimiento |
5 de octubre de 1901 Teocaltiche, Jalisco, México | |
Fallecimiento |
1 de julio de 1928 (26 años) Municipio de Cuquío, Jalisco, México | |
Causa de muerte | Homicidio | |
Nacionalidad | Mexicana | |
Religión | Católica | |
Lengua materna | Español | |
Familia | ||
Padres | José Isabel Cruz y Máxima Alvarado | |
Información profesional | ||
Ocupación | Vicario del Municipio de Cuquío | |
Información religiosa | ||
Festividad | 1 de julio | |
Género | Masculino | |
Atilano nació el 5 de octubre de 1901 en el pueblo de Ahuetita de Abajo, en el municipio de Teocaltiche, en Jalisco, México, viene de una familia de ascendencia indígena pero de costumbres católicas. De pequeño cuidaba el ganado hasta que sus padres, José Isabel Cruz y Máxima Alvarado,[1] lo llevaron a Teocaltiche para que aprendiera a leer y escribir.
En 1918 ingresó al Seminario Auxiliar de Teocaltiche, y dos años más tarde, en 1920, fue trasladado al Seminario Clandestino de Guadalajara. Desde que comenzó la Guerra Cristera, Atilano se vio obligado a mantenerse oculto.
El 24 de julio de 1927 fue ordenado sacerdote por el Arzobispo de Guadalajara, Francisco Orozco y Jiménez, en un evento secreto.[2]En su vida de sacerdote fue destinado a ser vicario, trabajando junto al párroco Justino Orona Madrigal. En 1928, cuando la persecución de la Guerra Cristera avanzó, ambos debieron refugiarse en una casa de rancho, llamada Las Cruces, cerca de Cuquío.
En la madrugada del 1 de julio de 1928, mientras Altino estaba dormido, las fuerzas federales y el presidente municipal de Cuquío, irrumpieron violentamente en el rancho y acribillaron al padre Justino Orona Madrigal y a su hermano, José María Orona Madrigal. Luego Atilano fue baleado en su dormitorio. Los tres cuerpos fueron transportados a Cuquío y arrojados en la plaza principal. Los feligreses los sepultaron en el panteón de Cuquío.
Actualmente, sus restos descansan en el Templo Parroquial de San Felipe de Cuquío donde son venerados.[3][4]
El 22 de noviembre de 1992 Atilano fue beatificado por el Papa Juan Pablo II junto con otros mártires mexicanos de la Guerra Cristera. El 21 de mayo del año 2000 fue canonizado.