Los atentados de Casablanca de 2003 fueron cinco atentados terroristas suicidas yihadistas perpetrados por la Salafia Jihadia el viernes 16 de mayo de 2003 en Casablanca, Marruecos.
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Lugar | Casablanca, Marruecos | |
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Coordenadas | 33°34′42″N 7°36′24″O / 33.578455555556, -7.6066361111111 | |
Fecha | 16 de mayo de 2003 | |
Muertos | 45 (incluidos 12 terroristas suicidas) | |
Heridos | + 100 | |
Perpetrador | Grupo Islámico Combatiente Marroquí, Salafia Jihadia | |
En la noche del viernes 16 de mayo los terroristas llevaron a cabo cinco ataques en el barrio de Anfa, en el centro de Casablanca buscando causar el mayor daño posible en lugares simbólicos.[1] El ataque más mortífero, y el primero que se llevó a cabo, fue a las 22ː30 en el restaurante del centro cultural Casa de España, donde varios terroristas se inmolaron en su interior asesinando a 23 personas, entre comensales y empleados, incluidos tres españoles. Además del restaurante, fue atacada la anexa Cámara Española de Comercio.[2]
El segundo tuvo lugar mediante la explosión de un coche bomba en el Hotel Farah, establecimiento de cinco estrellas de propiedad de la cadena hotelera Safir de Baréin, matando a un guardia y un portero.[3] ː
A continuación otro terrorista se dirigió al antiguo cementerio judío, inmolándose a 150 metros de éste y matando a tres transeúntes.
Otros dos atacantes hicieron explotar un coche bomba en el centro educativo y cultural de la Alianza Israelita Universal (AIU), causando solamente daños materiales por encontrarse el edificio vacío a esa hora.
Por último, un tercer coche bomba estalló frente la pizzería Le Positano ante el Consulado-General belga matando a dos policías.
Dos terroristas fueron arrestados antes de poder llevar a cabo sus ataques.
Murieron 45 personas como consecuencia de los ataques, incluidos los 12 terroristas suicidas del total de 14 que intervinieron en los ataques.[4] Más de 100 personas resultaron heridas. Por nacionalidades, treinta y siete muertos fueron marroquíes, cuatro eran españoles, tres franceses y uno italiano. Los empresarios españoles Pedro Abad Lazo (natural de Almería) y Manuel Albiac Tutusaus (natural de Tarragona), asesinados en el restaurante Casa España fueron condecorados con la Gran Cruz de Reconocimiento Civil a las Víctimas del Terrorismo. La tercera víctima española fue el transportista irunés Domingo Mateos Tixeiras[5][6][7]
Los terroristas suicidas tenían una edad comprendida entre los 20 y 23 años de edad. Los atacantes habían sido reclutados y radicalizados en los barrios de chabolas o bidonville de Sidi Moumen de Casablanca. El ataque fue coordinado por una célula francesa del Grupo Islámico Combatiente Marroquí (GICM), conectado a Al Qaeda, compuesta por ciudadanos de doble nacionalidad franco marroquí y franco turca, residentes en el departamento de Yvelines (Francia), radicalizados en los años noventa, que fueron condenados en Francia por terrorismo y desprovistos de nacionalidad francesa en 2015.[8]
En total se detuvieron a 3000 personas, de las que unos 1000 fueron inculpados por asociación delictiva, atentado contra la seguridad del Estado, sabotaje e incitación a la violencia, entre otros cargos.[9] Diecisiete personas fueron condenadas a penas de muerte y un número no determinado a penas de cárcel. El principal acusado de coordinar los atentados, Abdalhak Mul Sebbat, fue detenido el 25 de mayo y murió al día siguiente cuando iba a ser trasladado a un hospital desde las dependencias policiales.[10] En abril de 2008 se fugaron de la prisión de Kenitra nueve de los terroristas condenados: uno a pena de muerte, cuatro a cadena perpetua y el resto a diferentes años de prisión.[11]
Fueron los peores atentados terroristas en la historia del país desde los atentados de 1994 al hotel Asni de Marrakech.[1] La sociedad marroquí quedó conmocionada y se reforzaron las medidas de seguridad antiterrorista. Además, Mohamed VI reforzó su legitimidad religiosa con el establecimiento de una política de control de las enseñanzas religiosas en mezquitas y centros religiosos para frenar la expansión del fundamentalismo islámico.[12][13] La idea generalizada de Marruecos como país inmune a las ideas del terrorismo islamista se debilitó, desapareciendo completamente tras los atentados del 11-M al año siguiente.[14]
España cometió el error de minimizar el significado del ataque hacia el centro cultural Casa de España y de no considerar a España como objetivo de Al Quaeda, lo que se hizo patente un año más tarde en los atentados del 11-M. de 2004
En 2012 se estrenó la película Los caballos de Dios (Les chevaux de Dieu) de Nabil Ayouch, 2012, una interpretación libre de estos atentados terroristas.