Joanna Marie Parrish nació el 30 de julio de 1969, hija de Pauline Murrell y Roger Parrish. Pasó gran parte de su infancia en el pueblo de Newnham on Severn, en Gloucestershire, y estudió en el instituto Ribston Hall High School, en la cercana ciudad de Gloucester. Asistió a la Universidad de Leeds para estudiar una carrera de cuatro años en francés, un curso combinado que le exigía realizar unas prácticas laborales durante el tercer año. En el momento de su muerte, en mayo de 1990, impartía clases de inglés como asistente en el Lycée Jacques Amyot de Auxerre, y debía terminar una semana después de su desaparición. Sus padres habían planeado visitarla en Francia para llevarse sus pertenencias, mientras que Parrish viajaría a Checoslovaquia para reunirse con su novio, un compañero de estudios de Leeds que también había estado trabajando en el extranjero.^[2]​^[3]​

Para complementar sus ingresos durante su estancia en Auxerre, Parrish había anunciado sus servicios como profesora en un periódico local, ofreciendo clases particulares de inglés. Según una compañera de piso, un hombre se había puesto en contacto con ella para pedirle que diera clases a su hijo. Quedó con él frente al Banque Populaire de Auxerre a las 19 horas del 16 de mayo de 1990, pero no regresó a casa después de la cita.^[3]​^[4]​ Al día siguiente, su cuerpo desnudo fue encontrado en el río Yonne, a cinco kilómetros de la ciudad.^[3]​ Había sido violada, golpeada y estrangulada.^[5]​

Un sospechoso clave en la investigación era Michel Fourniret, condenado en 2008 por el asesinato de siete niñas y mujeres jóvenes en Francia y Bélgica entre 1987 y 2001, crímenes que le valieron el apodo de «La Bestia de las Ardenas», y fue declarado sospechoso oficial.^[6]​ El crimen presentaba similitudes con su modus operandi. En concreto, Parrish había muerto en circunstancias similares a las de varias víctimas de Fourniret, tras haber sido violada y estrangulada,^[3]​ y presentaba marcas de pinchazos en el cuerpo similares a las encontradas en algunas de las otras víctimas.^[4]​

La teoría de que Fourniret era el responsable cobró más fuerza cuando su esposa afirmó haber presenciado cómo su marido mataba a una joven en Auxerre antes de arrojar su cuerpo al río. Olivier fue condenada como cómplice de los asesinatos tras ayudar a su marido a procurarse víctimas ofreciéndoles llevarles en coche.^[3]​ Más tarde se retractó de sus declaraciones,^[7]​ alegando que las había hecho bajo coacción.^[3]​

Tras la condena de Fourniret, las pruebas de ADN recogidas en la escena del crimen de Parrish fueron enviadas a un laboratorio especializado para su análisis. En una reunión con los investigadores franceses en junio de 2009, el padre de Parrish, Roger, fue informado de que se habían extraviado. Expresó su decepción por la pérdida de las muestras: «No es el final definitivo, pero hemos dejado escapar la mayor oportunidad».^[6]​ En mayo de 2010, se confirmó que los jueces de instrucción habían completado su evaluación de las pruebas y habían decidido que no había suficientes para llevar a Fourniret a juicio.^[4]​ El caso se cerró oficialmente al año siguiente,^[8]​ después de que los fiscales dictaminaran que «no había caso» contra Fourniret.^[9]​

La familia de Parrish expresó su frustración por la decisión de las autoridades francesas, sobre todo porque en Francia no se pueden presentar cargos contra un sospechoso si un caso de asesinato permanece inactivo durante diez años.^[9]​ La madre de Parrish, Pauline Murrell, escribió una carta a Olivier pidiéndole que dijera la verdad.^[3]​

En junio de 2012, los jueces del tribunal de apelación de París decidieron reabrir la investigación tras la aparición de nuevas pruebas que identificaban a un nuevo sospechoso descrito como «un hombre con un grave historial delictivo». Una antigua novia del individuo, conocida como «TV», contó a la policía que recordaba haber visto al sospechoso volver a casa «con arañazos en la cara» y «una bolsa de tela similar a la de la señorita Parrish». Nunca se aclaró si el incidente ocurrió en la misma fecha que el asesinato.^[10]​

El 16 de febrero de 2018, el abogado de la familia Parrish, Didier Seban, declaró a los medios de comunicación que Fourniret había confesado repetidamente ante un juez el asesinato.^[11]​ Sin embargo, Fourniret murió antes de que pudiera ser procesado por el asesinato.^[12]​

En mayo de 2023, las autoridades francesas acusaron a Olivier de estar involucrado en los asesinatos de Parrish, Estelle Mouzin y otra mujer llamada Marie-Angele Domece.^[1]​^[13]​ Fue juzgada por los delitos en noviembre de 2023.^[14]​ El 19 de diciembre de 2023, Olivier fue declarado culpable de participar en la violación y el asesinato de Parrish y Doemece, y de ayudar a secuestrar a Mouzin, y fue condenado a cadena perpetua.^[15]​^[16]​