Un ascos o askos (en griego antiguo: ἀσκός [1] ‘bota, contenedor de vino hecho de piel’; plural askoi) también escrito ascó,[2] es un recipiente de cerámica utilizado en la antigüedad para almacenar y verter líquidos, similar a un cántaro.[3][4][5] Presenta una original forma plana, pico vertedor en uno de sus dos lados y una gran asa.[6] Se utilizaban para guardar y verter aceite de oliva, miel, vinagre y vino. El nombre que se le da a este tipo de vasos es moderno y se basa en una palabra de la antigüedad que se refería a un recipiente para vino, ya que los vasos recuerdan en su exterior a muchos de estos recipientes. Se hacían generalmente de cuero y a menudo se las ve en las pinturas de cerámica llevadas por sátiros.[4][5]
Es un recipiente pequeño, poco profundo y redondo con un fondo plano, un pico de cuello largo y un asa que se curva sobre el cuerpo. El tamaño y la forma indican que los ascos se utilizaban principalmente cuando era necesario verter una pequeña cantidad de líquido a la vez. Generalmente no hay espacio en ellos para decoraciones grandes.[3][4][5]
Había muchos tipos diferentes de ascos. Algunos tenían forma de tronco, otros, por ejemplo, de anillo o de animal. Un subtipo de ascos es el guttus.[7]