Aunque la salida de Len Wein como editor de All-Star Squadron –sustituido por el propio Roy Thomas- y la pérdida del equipo artístico original dañara la calidad de la serie en su última etapa (declive al que no fueron ajenas las alteraciones provocadas por la Crisis on Infinite Earths), el primer año y medio de publicación aportó varias sagas entretenidas y un tanto alocadas, alcanzando en ocasiones una calidad notable. Ninguna otra serie antes de la Crisis de Marv Wolfman y George Pérez exploró con tanto entusiasmo las posibilidades del Multiverso como el All-Star Squadron.
La serie, además, estuvo impregnada de un patriotismo elemental y algo simplón, de inspiración rooseveltiana, al estilo del cine de propaganda de la Segunda Guerra Mundial, defendiendo la idea básica de Norteamérica “arsenal de la democracia”. Precisamente el encanto del All-Star Squadron estuvo en su estilo demodé, intentando captar el espíritu ingenuo y de puro divertimento de los primeros cómics.
Como curiosidad señalar que cada número se iniciaba con una cita histórica relacionada con la 2° Guerra Mundial, y que Hombre Halcón fue el único personaje que apareció en cada uno de los números de la serie, imitando una característica de las aventuras originales de la Sociedad de la Justicia.