Guillermo Guigli establece los orígenes de la Casa de Cotoner en Montepulciano, Reino de Italia (Sacro Imperio Romano), donde la familia era denominada «De Nobili di Cotone». La familia «de Nobili», «de'Nobili» o simplemente «Nobili»
Antigua familia de la alta nobleza italiana, previamente con denominación «Guidoni», fueron señores de Civitella di Romagna desde su llegada con Otto III de Sajonia.[1] Esta familia queda extinta en Italia en 1713.
El primer «de Nobili» conocido es Manente de'Nobili, que ya era señor de Orvieto en 1017.[1] Llegaron a ostentar los señoríos de Orvieto, de Montalcino, de Ancône, de Civitella di Romagna y de Cesena.[2][3] Tras entroncar por matrimonio en el siglo XVI con la familia del papa Julio III, comenzaron a ocupar cargos eclesiásticos de importancia. A modo de referencia el apunte que realiza A. Parigi en su libro sobre el cardenal Roberto de' Nobili:[1]
[..] Col terzo de'sovrani di tal nome, e discendente dal sangue stesso reale, vuolsi che in Italia venisse, e nel paese di Civitella in Romagna prendesse stanza la casata detta prima de'Guidoni poscia de Nobili
[..] Con el tercero de los soberanos de este nombre [Otón], y descendiente de esta misma sangre real, llegaron a Italia [los Nobili], y que en el pueblo de Civitella en Romagna nació la familia de'Guidoni más tarde de Nobili
El añadido «di Cotone» (según Guillermo Gigli) fue incorporado al antiguo apellido «de'Nobili» a razón del «Castello di Cotone», construido en la maremma sanesse, al que se le denominó «Cotone» para mantener vivo el recuerdo de Cotone de'Nobili. De este modo, siguiendo la costumbre de aquellos tiempos, comenzaron a diferenciarse con el nombre de este castillo; el resto de esta estirpe continuo llamándose "de'Nobili".[4]
La primera referencia a los «Nobili di Cotone» aparece por primera vez en el Diario Sienés, manuscrito elaborado por el literato y comediógrafo sienés Guillermo Gigli (1660-1722), publicada póstumamente por su hijo Ludovico en 1723 (La edición consultada es la 2ª de 1824).
Esta información, surge al describir la festividad de San Agustín de Hipona (354-430) y más concretamente del traslado de sus restos desde iglesia de San Saturnino de Cagliari (Cerdeña) en donde reposaban desde comienzos del siglo VI, tras un primer viaje forzado desde su Argelia natal. El rey longobardo Luitprando, los rescató/compró a los musulmanes y el año 722, las reliquias efectuaron el último viaje hasta San Pietro in Ciel d’Oro (Pavía) en donde siguen venerándose en la actualidad.
Gigli hace autor de la expedición a un miembro de la familia Nobili de Montepulciano. Asevera que fueron dueños del Castillo del Cotone (Scansano-Maremma Sienesa) y que en recuerdo de dicho Castillo (ya prácticamente en ruinas en la época) conservaron el nombre.
Se puede argumentar que Gigli, confundió datos. Encontró a unos Cotoni en Montepulciano sin saber su procedencia, los unió a los Nobili sin haber considerado que hasta 1460 no se radicaron en Montepulciano cuando Guido de Giovanni se ubica en la ciudad desde Orvieto (en donde habían residido durante siglos, siendo capitanes y vicecónsules) para recibir una herencia de un tal Bartolomeo di Mamo.[5][6]
Todo ello quedó recogido por Bover en la publicación Varones Ilustres y, posteriormente, por Ramis de Ayreflor en su Alistamiento.