En Antioquia, a los municipios se les adjudica apelativos con base en circunstancias notables de la zona.
La mayoría son tomados de hombres ilustres, estampas paisajísticas, accidentes geográficos, tradición cultural o social, o de productos y servicios que definen su vocación económica.
Los hay también llenos de lugares comunes, como aquellos que dicen: ... Donde nadie es forastero, Ciudad de las puertas abiertas, Remanso de paz, Paraíso para propios y extraños, o Paraíso turístico como el municipio de San Carlos. Otros pueden demostrarse quizá más ingeniosos.