Anarsia lineatella, el taladro del almendro, es una polilla de la familia Gelechiidae. Es originario de Europa, pero fue introducido en California en la década de 1880.
Anarsia_lineatella | ||
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Imago | ||
Taxonomía | ||
Reino: | Animalia | |
Filo: | Arthropoda | |
Clase: | Insecta | |
Orden: | Lepidoptera | |
Suborden: | Glossata | |
Familia: | Gelechiidae | |
Género: | Anarsia | |
Especie: |
A._lineatella Zeller, 1839[1] | |
Sinonimia | ||
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Las larvas se alimentan de varias especies de Prunus, incluidas Prunus avium, Prunus spinosa, Prunus domestica y Prunus insititia, en las que perforan galerías en los brotes del año. [2]
El insecto adulto —imago— es una pequeña palomilla de 11 a 15 mm. con las alas anteriores estrechas y redondeadas, de color grisáceo con manchas claras y oscuras. Las orugas miden unos 15 mm de longitud, con la cabeza negra y el cuerpo anillado de colores blanco y pardo.[3]
Los ataques son iniciados por las orugas del otoño anterior, que han hibernado protegidas en una cámara en la corteza de las ramas o en el interior de las yemas de flor y de madera. Al iniciarse la brotación, comienzan a alimentarse de las flores, de los brotes nuevos y de los pequeños frutos hasta completar su desarrollo.
A finales de primavera aparecen los primeros adultos. Tras aparearse, las hembras realizan la puesta, —de 50 a 150 huevos—, sobre las hojas o los frutos en formación, dando lugar a la primera generación, que se alimenta de los brotes, siendo ésta la que mayores daños provoca. En junio y agosto hay dos generaciones más que atacan a brotes y frutos.[3]
Las larvas de la última generación, que no completan el desarrollo, son las que hibernarán e iniciarán el ciclo en la siguiente primavera.
Las larvas invernales y las de segunda generación pueden atacar tanto al brote como al fruto. En los brotes producen galerías al penetrar en ellos, provocando la aparición de gomosis, marchitez e incluso desecación del mismo. Los daños en brotes solo son importantes en plantaciones jóvenes. Los ataques a frutos son más perjudiciales, ya que penetran en el fruto por el pedúnculo devorando la semilla, lo que provoca la caída.[3]
Las larvas de la primera generación, en algunos casos, también pueden penetrar en el fruto.[3]
Es una plaga importante en los cultivos de almendro en intensivo y superintensivo, especialmente en laz comarcas más templadas.[2][3]