Los ameboides, también amebas o amibas son células eucariotas o microorganismos que se mueven alimentándose por medio de proyecciones temporales llamadas seudópodos (falsos pies). Este tipo de células han aparecido en diversos grupos de organismos eucariotas. Muchos protistas existen como células ameboides individuales, o toman esta forma en alguna etapa de su ciclo vital. El más famoso de estos organismos es Amoeba proteus. Los términos "ameba" o "amiba" se usaron para referirse a este organismo, pero últimamente en la literatura científica y en artículos científicos se ha extendido los términos "ameba" o "amiba" para referirse a todos los protozoos ameboides.[1]
Los ameboides o amebas se pueden dividir en varias categorías morfológicas atendiendo a la forma y estructura de sus seudópodos. Aquellos que presentan seudópodos apoyados en grupos regulares de microtúbulos se denominan actinópodos, mientras que si estos no existen, se denominan rizópodos, divididos a su vez, en amebas lobosas, filosas y reticulosas. Hay también un extraño grupo de ameboides marinos gigantes, Xenophyophorea, que no caen en ninguna de estas categorías.
Los protozoos ameboides antiguamente se agruparon en Sarcodina, cuyo rango variaba de clase a filo, con cada una de las categorías descritas arriba como un subtaxón formal. Sin embargo, puesto esta clasificación se basa en la forma más que en la filogenia, los nuevos sistemas lo abandonan completamente. La mayoría de los ameboides ahora se incluyen en dos supergrupos importantes: Amoebozoa, que incluye a la mayoría de las amebas lobosas y Myxomycota, y Rhizaria, que incluye Cercozoa, Foraminifera, Radiolaria y ciertos heliozoos. Sin embargo, formas ameboides han aparecido por separado en muchos otros grupos, incluyendo varias líneas de algas no enumeradas arriba. Algunas células de los animales pluricelulares pueden ser ameboides, por ejemplo, nuestros glóbulos blancos.