El allendismo es una corriente ideológica que basa sus posturas y líneas en lo que fue el gobierno de Salvador Allende,[1] expresidente de Chile que, junto a la Unidad Popular (UP), gobernó el país hasta el golpe de Estado de 1973, perpetrado por Augusto Pinochet.[2] Se ubica dentro del espectro político entre la izquierda y centroizquierda,[2][3] basando sus principios en el socialismo chileno, socialismo democrático, el humanismo socialista,[4] el intento de vía chilena hacia el socialismo, el institucionalismo y el reformismo.[3][5][6]
A los seguidores de esta corriente se les denomina «allendistas».[7]
Dentro del allendismo, se encuentran principalmente dos corrientes teórico-históricas: una liderada por el propio expresidente Salvador Allende y seguida por los partidos Comunista, Radical, MAPU O/C y API; mientras que la otra corriente, de corte más radical, liderada por Carlos Altamirano, era seguida por los partidos Socialista, MAPU e IC.[8][6]
La primera opinión interna, del propio Allende, hablaba de «avanzar consolidando»: avanzar en las reformas estructurales en el país y consolidando y dialogando al mismo tiempo con la Democracia Cristiana, la Confederación de la Democracia y el empresariado para no aumentar tanto la tensión interna como social que el país vivía.[5] La segunda ocupaba como lema «avanzar sin tranzar», con la que expresaba la negativa a llegar a cualquier acuerdo con sectores empresariales, el centro y la derecha política durante el gobierno; representó la línea más radical dentro de la coalición de la Unidad Popular, ya que, en aquel entonces, estos sectores veían con desconfianza la vía electoral.[5] Durante el golpe de Estado, Pinochet ordenó el asesinato inmediato de Carlos Altamirano, por considerarlo un posible factor de resistencia armada.[5]
Posterior a la denominada «renovación socialista», en donde exiliados de la UP en Europa abrazaron e internalizaron dentro de su accionar la institucionalidad y la socialdemocracia como bases ideológicas, el allendismo adaptó un carácter más institucional y conciliador respecto a las reformas levantadas por la misma corriente. Actualmente, expertos definen al allendismo como un sentimiento de nostalgia al periodo de la Unidad Popular, sin necesariamente querer restablecer o intentar nuevamente las reformas hechas durante esa época.[5]