Alejandra Moffat Varas (Los Ángeles, 1982) es una escritora y guionista chilena.[1] Por su novela Mambo ha sido catalogada como representante del estilo chileno conocido como literatura de los hijos.[2][3]
Alejandra Moffat | ||
---|---|---|
Información personal | ||
Nacimiento |
1982 Los Ángeles (Chile) | |
Nacionalidad | Chilena | |
Información profesional | ||
Ocupación | Escritora y guionista | |
Distinciones |
| |
Nacida en la ciudad chilena de Los Ángeles, Moffat estudió teatro en Concepción, dramaturgia en la Pontificia Universidad Católica de Chile y cine documental en la Escuela de Cine de Chile.[4]
En 2005 y 2011 ganó la Muestra Nacional de Dramaturgia de Chile. En diciembre de ese mismo año Sangría Editora publica su primera novela El hacedor de camas.[1]
En 2013 estrenó Candelaria, su primer cortometraje documental. La cinta fue ganadora a mejor opera prima en SURDOCS, además de obtener el premio del público y la mención honrosa en la categoría mejor cortometraje nacional en Cine B.[5] Al año siguiente, fue becaria del FONCA en el Programa de Residencias Artísticas para Creadores de Iberoamérica y de Haití en México.[6]
Moffat es coguionista de las películas 1976 de Manuela Martelli, La casa lobo y Los Hiperbóreos de Joaquín Cociña y Cristóbal León, Antitropical de Camila José Donoso y Todas las cartas que nunca envié de José Luis Torres Leiva.[7]
Ha dictado talleres y cursos de dramaturgia, guión y escritura creativa en la Universidad Alberto Hurtado, Universidad Mayor, Universidad Adolfo Ibañez, Fundación para las Letras Mexicanas y la Universidad Nacional Autónoma de México.[1]
En 2022 recibió el Premio Pedro Sienna al mejor guion por 1976, película coescrita con Martelli.[8]Al año siguiente, fue nominada al Premio Platino al mejor guion por la misma película.[9]
En 2023, Mouffat también recibió el segundo lugar en la categoría Novela de los Premio Mejores Obras Literarias Publicadas, otorgado por el Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio.[10]
A raíz de la novela Mambo, la crítica literaria chilena Patricia Espinosa reseñó:
“Moffat escribe con soltura, crea atmósferas bullentes en indicios de doble vínculo sobre el estado de la familia y del país, y atrapa la infancia con una prosa diligente, fuertemente vitalista y con un importante dejo de frescura, no obstante el ambiente cargado de signos fatales".[2]