San Aiberto, o Ayberto, de Crespin fue un monje benedicitino, eremita y santo reverenciado por su intensa vida religiosa, ascetismo y devoción.
San Aiberto de Crespin | ||
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Información personal | ||
Nacimiento |
1060 Espein, Bélgica | |
Fallecimiento |
7 de abril de 1140 Tournai, Bélgica | |
Religión | Iglesia católica | |
Información profesional | ||
Ocupación | Sacerdote católico | |
Información religiosa | ||
Festividad | 7 de abril | |
Venerado en | Iglesia Católica | |
Orden religiosa | Orden de San Benito | |
Aiberto nació en 1060 en la villa de Espein en al diócesis de Tournai, en la presente Bélgica. Desde muy joven, pasó mucho tiempo inmerso en la oración.[1][2] Aibert rezaba por la noche y siempre que había un lugar privado se ponía a orar.[2][3] Además, pasaba largas épocas de ayuno, sólo con pan y una manzana cuando trabajaba de agricultor.[3][4]
Movido por un salmo de lamento de San Teobaldo, Aiberto comenzó una vida de ascetismo con un monje benedictino llamado Juan cerca de la abadía de Crespin.[2][3][4] Aunque Aiberto y Juan compartieron una celda, sobrevivieron principalmente de hierbas sin cocinar, y, ocasionalmente, de pan.[3][4] Roberts dice que "escogieron no comer animales, productos animales ni productos cocinados."[2]
Aibert ingresó en la abadía y se convirtió en monje benedictino hacia 1090. No se aclaran los motivos por los cuales el santo ingresó en la abadía, donde estuvo entre 23 y 25 años, siendo elegido preboste y celador.[2][4][5][6][7]
En 1115, se le permitió a Aiberto volver a su vida solitario como eremita.[7] Construyó una ermita en el bosque donde buscaba la guía espiritual y realizaba curaciones.[2] Se le relaciona con el Rosario, que no existía aún, por su veneración a la Virgen. Se dice que recitaba 150 veces el Ave María (una por cada salmo) «con 100 genuflexiones y 50 postraciones».[8]
Al volver del bosque, fue ordenado sacerdote por Burcardo, el obispo de Cambrai.[7][nb 1] Murió en 1140 a la edad de 80 años.