Adam de Coster (Malinas, c. 1586-Amberes, 4 de mayo de 1643) fue un pintor caravaggista flamenco.
Nacido en Malinas, donde habría tenido como maestros a Frans van der Beken y Peeter Ceulemans, en 1607 está documentado en Amberes, inscrito como maestro en el gremio de San Lucas.[1] No cabe afirmar, a la vista de los escasos datos documentales conservados, que realizase el viaje a Italia que se podría presumir del aparente conocimiento de la pintura de Bartolomeo Manfredi y los caravaggistas lombardos, como Antonio Campi, siendo el primero que en Amberes pintó escenas de género en estilo tenebroso, a base de medias figuras en primer plano iluminadas artificialmente a la luz de las velas, a menudo parcialmente ocultas.[2] Sí consta una breve estancia en 1635 en Hamburgo, donde cobró por la pintura de dos escenas nocturnas.[1]
El corpus de su pintura, formado por un reducido número de obras de género, como el Concierto de Vaduz, o religiosas con un fuerte componente dramático, como la Judit con la cabeza de Holofernes del Museo del Prado, se pudo establecer únicamente gracias a un grabado de Lucas Vorsterman de unos Jugadores de backgammon abierto a partir de un dibujo de Coster,[3] pues él nunca firmaba sus obras, destinadas al comercio de arte y no pintadas por encargo.[4]
La iluminación a la luz de una vela en parte oculta, rasgo común de su obra conocida, justifica que en la Iconografía de Anton van Dyck su retrato fuese acompañado del rótulo Pictor Noctium (Pintor de noches).[5] La ausencia de obras firmadas y la utilización de recursos tenebristas comunes a otros pintores caravaggistas del norte, ha hecho que pinturas ahora consideradas de Adam de Coster hayan estado atribuidas a maestros como Gerrit van Honthorst o Gerard Seghers. Incluso El tañedor de laúd de la Gemäldegalerie Alte Meister de Dresde,[6] donde ingresó procedente de Venecia como «a la manera de Caravaggio», se tiene ahora por obra segura de Coster, relacionada quizá con el Autorretrato como laudista que en 1686 se mencionaba dentro de un lote de pinturas enviado a Viena.[4]
A España llegaron obras de Adam de Coster ya en el siglo XVII. En el inventario de la rica colección del marqués de Leganés aparece identificado como «el de Amberes que pinta noches». Una de ellas sería el Beso de Judas o Prendimiento de Cristo que fue de la colección del infante don Sebastián Gabriel, ingresado en 2009 en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando con atribución a Seghers, posteriormente rectificada.[7] La atribuida Judit con la cabeza de Holofernes del Museo del Prado procede de la colección real, aunque solo se identifica en los inventarios a partir de 1794. También de la colección real, e inventariado ya en 1701, Jugadores de cartas, catalogado como anónimo en el Museo del Prado tras haberse atribuido a Honthorst, guarda estrechas similitudes con el grabado de los Jugadores de backgammon de Vorsterman y pudiera ser obra también de Coster.[4]