Acaparamiento es un comportamiento donde las personas o los animales acumulan alimentos u otros elementos.
Comportamiento animal
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El acaparamiento es común en varias especies de aves así como en roedores, siendo alimentos lo que principalmente almacenan. De todos modos, algunos pájaros también recolectan tacañamente otros elementos, especialmente si son mascotas. Las urracas son infames por acaparar elementos como dinero y joyas. Una teoría sugiere que el acaparamiento humano puede estar relacionado con el comportamiento acaparador animal, pero se carece de evidencia sustantiva.[1][2]
Acaparamiento humano
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La amenaza o desorden civil ante un desastre natural pueden llevar a que algunas personas acaparen abarrotes, agua, gasolina y otros elementos esenciales cuyo suministro, correcta u erróneamente, creen que pronto se reducirá. Los supervivencialistas, también conocidos como preparacionistas, a menudo ponen en reserva grandes suministros de estos elementos en anticipación de un acontecimiento de desastre de mayor escala.
Ansiedad y acaparamiento
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Las personas que cumplen con los criterios de diagnóstico para el trastorno de acaparamiento experimentan sentimientos de ansiedad o incomodidad por descartar posesiones que no necesitan. Esta incomodidad surge de un apego emocional a las posesiones y una fuerte creencia de que sus posesiones serán necesarias en el futuro. Las posesiones tomarán un valor sentimental que supera su valor funcional. Esto no difiere de alguien sin desorden de atesoramiento; la diferencia radica en la fuerza de este valor sentimental y en cuántos elementos adquieren un valor sentimental. Descartar puede sentirse como que están tirando una parte de sí mismos.[3]
En varios casos, las casas pueden generar un peligro de incendio (debido a salidas bloqueadas y papeles apilados) o peligro sanitario (debido a la infestación de insectos, excretas y detritos de mascotas excesivas, comida y basura acumuladas o el riesgo de que se acumulen pilas de artículos sobre los ocupantes y que bloqueen las vías de salida).[4] El acaparamiento afecta no solo a la persona que tiene este fuerte apego hacia las posesiones, ya que otras personas que viven en el hogar y los vecinos pueden verse afectados por el desorden. Las personas con trastorno de acaparamiento tienen una calidad de vida tan pobre como las diagnosticadas con esquizofrenia.[5] El desorden aumenta la tensión familiar,[6] la incapacidad laboral,[7] y el riesgo de condiciones médicas serias.[8]
A. Dificultad persistente para descartar o separarse de las posesiones, independiente de su valor real.
B. Esta dificultad se debe a la necesidad percibida de guardar los elementos y a la angustia asociada con desecharlos.
C. La dificultad para descartar posesiones resulta en la acumulación de elementos que congestionan y desordenan las áreas de vida activas y comprometen sustancialmente su uso previsto. Si las áreas habitables están despejadas, es solo debido a las intervenciones de terceros (por ejemplo, miembros de la familia, limpiadores, autoridades).
D. El acaparamiento causa angustia o un deterioro clínicamente significativo en las áreas sociales, ocupacionales u otras áreas importantes de funcionamiento (incluido el mantener un entorno seguro para uno mismo y para los demás).
El tratamiento primario para el trastorno de acaparamiento es psicoterapia individual. En particular, las terapias cognitivo-conductuales son consideradas como el estándar para tratar el trastorno.[10]
↑Harrabin, Roger (16 de agosto de 2014). «Magpies 'don't steal shiny objects'» (en inglés británico). Consultado el 29 de mayo de 2019.
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↑Frost, Randy (1995). «A Cognitive-Behavioral Model of Compulsive Hoarding». Behaviour Research and Therapy34 (4): 341-350. doi:10.1016/0005-7967(95)00071-2.
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↑Saxena, Sanjaya; Ayers, Catherine R.; Maidment, Karron M.; Vapnik, Tanya; Wetherell, Julie L.; Bystritsky, Alexander (2011). «Quality of life and functional impairment in compulsive hoarding». Journal of Psychiatric Research45 (4): 475-480. PMC 3009837. PMID 20822778. doi:10.1016/j.jpsychires.2010.08.007.
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↑Mathes, Brittany M.; Henry, Alastair; Schmidt, Norman B.; Norberg, Melissa M. (2018). «Hoarding symptoms and workplace impairment». British Journal of Clinical Psychology58 (3): 342-356. PMID 30548281. doi:10.1111/bjc.12212.
↑Tolin, David F.; Frost, Randy O.; Steketee, Gail; Gray, Krista D.; Fitch, Kristin E. (2008). «The economic and social burden of compulsive hoarding». Psychiatry Research160 (2): 200-211. PMC 3018686. PMID 18597855. doi:10.1016/j.psychres.2007.08.008.
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↑Gilliam, Christina M.; Norberg, Melissa M.; Villavicencio, Anna; Morrison, Samantha; Hannan, Scott E.; Tolin, David F. (2011). «Group cognitive-behavioral therapy for hoarding disorder: An open trial». Behaviour Research and Therapy49 (11): 802-807. PMID 21925643. doi:10.1016/j.brat.2011.08.008.
Bibliografía
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Tolin, David; Frost, Randy; Steketee, Gail (2007). Buried in Treasures: Help for Acquiring, Saving, and Hoarding. Oxford: Oxford University Press. ISBN978-0-19-530058-1.
Neziroglu, Fugen; Bubrick, Jerome; Yaryura-Tobias, Jose (2004). Overcoming Compulsive Hoarding: Why You Save & How You Can Stop. California: New Harbinger. ISBN978-1-57224-349-1.
Steketee, Gail; Frost, Randy (2006). Compulsive Hoarding and Acquiring: Workbook. Oxford: Oxford University Press. ISBN978-0-19-531055-9.