Acacia Uceta Malo (Madrid, 28 de mayo de 1925-10 de diciembre de 2002) fue una poetisa española.
Acacia Uceta | ||
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Información personal | ||
Nacimiento |
28 de mayo de 1925 Madrid (España) | |
Fallecimiento |
10 de diciembre de 2002 Madrid (España) | (77 años)|
Nacionalidad | Española | |
Información profesional | ||
Ocupación | Poetisa | |
Su madre, Acacia Malo Peñalver, había estudiado la carrera de Comercio y enseñaba francés; su padre, Rafael Uceta Sanz, era dibujante, pintor y decorador. Pasó la Guerra Civil en Madrid y los bombardeos, el dolor, el hambre y el sufrimiento fueron tema recurrente de su poesía.[1] Estudió dibujo en la Escuela Central de Artes y Oficios y tras la Guerra Civil ingresó en la Escuela de Bellas Artes de San Fernando.[2]
Comenzó a escribir poesía en 1945. El 12 de mayo de 1950, en la tertulia Versos a medianoche que se celebraba en el Café Varela de Madrid, la escritora realizó su primera lectura poética. Participó en otras tertulias Versos con faldas y Adelfos entre otras, junto a otras poetas como Gloria Fuertes, Adelaida Las Santas y María Dolores de Pablos entre otras.[2][3]
En 1961 público su primer libro El corro de las horas y en 1967 fue pensionada por la Fundación Juan March para la redacción de su segundo poemario Detrás de cada noche.[2] Frente a un muro de cal abrasadora fue elegido libro del año por el diario ABC en 1967.[4] Y en 1981 le fue concedida por el Ministerio de Cultura una ayuda a la creación literaria de la cual surgió su poemario Íntima dimensión.[2]
Estuvo vinculada personalmente a Cuenca, ya que esta era la ciudad natal de su esposo, el también escritor y periodista Enrique Domínguez Millán.[5]
Fue directora de la sección de literatura del Ateneo de Madrid durante 12 años; fundadora y vicepresidenta de la Asociación de Escritores de Castilla-La Mancha y miembro numerario de la Real Academia Conquense de Artes y Letras (RACAL).[4] Pronunció su discurso de ingreso el 30 de noviembre de 1987 con el título Luz, equilibrio y asimetría de Cuenca.[6]
Falleció el 10 de diciembre de 2002.
Incluida dentro de la llamada Generación de los 50, cultivó la narrativa, el ensayo y la crítica literaria pero se centró especialmente en la poesía.[6] Como ensayista destaca su estudio de la figura de Ernestina de Champourcin, la voz femenina del 27, publicado en la revista El Ateneo en 2002.[7]
En 2014 se publicó Poesía completa con prólogo de Jesús Hilario Tundidor en el que se recoge toda su producción poética.[8] Esta está compuesta por siete poemarios publicados en vida de la autora y dos póstumos: Calendario de Cuenca y Memorial de afectos.[9]