Flavio Ablabio [a] (m. 338) fue un militar y político romano de origen griego del siglo IV.
Ablabio | ||
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Información personal | ||
Nombre en latín | Ablabius | |
Nacimiento |
Siglo III Creta (Grecia) | |
Fallecimiento |
338 Bitinia (Antigua Roma) | |
Causa de muerte | Pena de muerte | |
Religión | Cristianismo | |
Información profesional | ||
Ocupación | Político y militar | |
Cargos ocupados |
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Ablabio nació en la isla de Creta, en el seno de una familia que no era aristocrática. Un sacerdote egipcio profetizó a su madre cuando estaba embarazada de él que daría a luz a un niño que casi sería un emperador.[1] No se sabe la identidad de sus padres o si tenía hermanos.[2] Además, se desconoce el nombre de su esposa con la que tuvo dos hijos: Olimpia de Armenia y Seleuco.[3]
Se enroló en el ejército y llegó a ser uno de los oficiales del gobernador de Creta. En algún momento, dejó la isla y marchó a Constantinopla para hacer fortuna.[1] Teniendo en cuenta sus antecedentes provincianos, se mostró partidario del emperador Constantino I.[4] Así, llegó a obtener gran influencia sobre él y se convirtió en uno de los senadores más importantes del Imperio oriental.[5] Fue tutor y preceptor de Constancio II, el hijo de Constantino.[6] En el pedestal de una estatua que Constantino se erigió en Antioquía en el año 336, se nombra a Ablabio con otros senadores.[7]
Su carrera política estuvo centrada en Antioquía.[7] Ejerció el cargo de vicario de la diócesis de Asia y ocupó la prefectura del pretorio de Oriente desde el año 329 al 337/338, periodo durante el cual también sirvió de cónsul (331).[8] En el año 333, Constantino le envió una carta en la que ordenaba que en un juicio cada una de las partes podía apelar a la opinión de un obispo.[1] Algún tiempo antes del año 337, Ablabio convenció al emperador de que el fracaso en la llegada de los suministros de grano a Constantinopla se debía a las artes mágicas del sabio pagano Sópatro de Apamea, quien anteriormente había criticado a Constantino y a Ablabio por su comportamiento disoluto. El emperador, siguiendo el consejo de Ablabio, ejecutó a Sópatro.[9]
Tras la muerte de Constantino (337), Ablabio se puso de parte de Anastasio de Alejandría, partidario del credo niceno, que tenía poderosos enemigos en la corte proarriana de Constancio. Debido a este apoyo, el emperador expulsó a Ablabio que se retiró a sus propiedades de Bitinia. En el año 338, acusado de querer usurpar el trono, fue ejecutado delante de su casa por orden de Constancio. Sus propiedades de Constantinopla pertenecieron después a Gala Placidia.[6]
Fue uno de los pocos orientales que ocuparon altos cargos por todo el Imperio, estando activo tanto en el sector oriental como en el occidental del Estado romano.[4]
Cónsul del Imperio romano | ||
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Predecesores Galicano Aurelio Valerio Tuliano Símaco 330 |
con Junio Annio Baso 331 |
Sucesores Lucio Papinio Fabio Pacaciano Mecilio Hilariano 332 |