Techo de la sala de los Abencerrajes de la Alhambra.
Durante el siglo XV destacó políticamente y rivalizó por el poder con los zegríes en luchas civiles que provocaron el debilitamiento del reino nazarí.[1]
Historia y leyenda
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Plano de situación de la sala de los Abencerrajes (señalada en verde) en la Alhambra.
Los Abencerrajes fueron muy importantes en la vida política granadina del siglo XV y participaron en las diversas revueltas sociopolíticas que tuvieron lugar en ese periodo clave, contribuyendo a desencadenar la guerra civil que debilitó al reino nazarí y condujo al fin del dominio musulmán con la Guerra de Granada.
Su mayor poder lo alcanzaron con el sultánMuhámmad IX, del que Yúsuf ibn Sarraŷ fue visir. Pero desde el acceso de Muhámmed X al poder en 1445, su protagonismo comenzó a desvanecerse. Apoyaron a diversos sultanes, como Abu Nasr Saad, pero también sufrieron persecuciones. Sublevados en Málaga en 1469, en tiempos del sultánMuley Hacén, los abencerrajes fueron duramente reprimidos, lo que empujó a muchos de ellos a huir desde 1473 a tierras de Castilla.
Según cuenta la leyenda, Muley Hacén y su hermano El Zagal ordenaron el asesinato de los miembros del clan, 36 caballeros de la tribu de Aben Hud, bien fuera por un lance amoroso (uno de los abencerrajes fue sorprendido escalando los muros hacia la ventana de su amada imposible, miembro de la familia real granadina), bien, más prosaicamente, para evitar así las intrigas políticas y fortalecer a la monarquía. Llamó a todos sus rivales a un salón contiguo al Patio de los Leones de la Alhambra y allí los mandó asesinar; desde ese momento ese salón recibe el nombre de Salón de los Abencerrajes, y se decía que el agua de los surtidores corrió tintada en sangre, cuyas manchas no se han podido borrar.
El escritor estadounidense del RomanticismoWashington Irving, en sus Cuentos de la Alhambra (Tales of the Alhambra), niega toda realidad a esta masacre; y parece que el origen del bulo viene de una confusión entre Mohámmed XII az-Zughbî (El Chico) (fallecido en 1528), más corrientemente llamado Boabdil, y Abu Nasr Saad (Ciriza) (fallecido en 1465), quien efectivamente hizo ejecutar en 1462 a dos de los más eminentes miembros de la familia. Hay otra confusión posible entre Muhámmad XI (el Chiquito) (fallecido en 1455 asesinado por Sa'd al-Musta'în) y Boabdil (El Chico).
Los abencerrajes en la literatura y la música
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La rivalidad entre los abencerrajes y los zegríes (el linaje nobiliario rival que se les oponía) fue utilizada para ambientar una de las primeras novelas históricas o historias noveladas, la de Ginés Pérez de HitaHistoria de los bandos de los zegríes y abencerrajes, caballeros moros de Granada, de las civiles guerras que hubo en ella... hasta que el rey don Fernando el quinto la ganó (Zaragoza, 1595); que tuvo una segunda parte dedicada a la rebelión y expulsión de los moriscos. Está en el origen del denominado romance morisco, revitalización del Romancero viejo durante el siglo XVII.
Matanza de los Abencerrajes (1870), por Mariano Fortuny
En la literatura y la música existen las siguientes apariciones de los Abencerrajes:
Ginés Pérez de Hita: Historia de los bandos de los Zegríes y Abencerrajes, caballeros moros de Granada, de las civiles guerras que hubo en ella... hasta que el rey don Fernando el quinto la ganó (Zaragoza, 1595).
Romance morisco "Caballeros granadinos / aunque moros, hijosdalgo..." y sus glosas, una de ellas en décimas de Lucas Rodríguez.
Romance "En la fuerza de Almería / se disimulaba Hacén, / Abencerraje hurtado / a la indignación del rey", atribuido a Luis de Góngora.
El remedio en la desdicha (1596), de Lope de Vega; también en su El gallardo Jacimín e Hidalgo Abencerraje, en la intriga secundaria de El cordobés valeroso Pedro Carbonero y en la comediamoriscaPrisión de los Bencerrajes y Envidia de la nobleza, en la que se funden elementos de la Historia de Abindarráez y Xarifa, el romancero morisco nuevo y la obra de Ginés Pérez de Hita; se alude al hecho también en su El hijo de Reduán y es tema importante de “La desdicha por la honra”, una de sus Novelas a Marcia Leonarda.
La honesta infamada y muerte de los Abencerrajes, comedia anónima que puede calificarse de "comedia morisca a lo divino", pues se centra en el tema de las conversiones.
Gonzalve de Cordoue ou Grenade reconquise de Jean-Pierre Claris de Florian, 2 Ed. Paris, 1792, vol. II, pp. 137-143, incluye el relato de la matanza.
Alhambra-Sonate para piano, op. 34: 6. Movimiento: Die Abenceragen, obra de Heinrich Schulz-Beuthen, 1878-1882[2]
El último Abencerraje: melodrama en cuatro actos por Climent Cuspinera Oller, Barcelona: Manuel Salvat, 1889.
L'ultimo degli Abencerragi (¿1893?) ópera de Giacomo Setaccioli (1868–1925)
El misterio del Abencerraje, por Manuel López Flores, Barcelona: Felipe González-Rojas, 1943.
قصة ابن سراج والجميلة شريفة / Qiṣṣat Ibn Sarrāğ wa-l-ğamīla šarīfa, por Ḫālid Sālim, دار فينيكس للترجمة والنشر، Al-Qāhira Dār Fīnīks li-l-Tarğama wa-l-Našr, 2009.[3]
↑María Soledad Carrasco Urgoiti, "Apuntes sobre el mito de los Abencerrajes y sus versiones literarias", BIBLID [0544-408X]. (1998) 47; 65-88, http://meaharabe.com/index.php/meaharabe/article/viewFile/330/338
Bibliografía
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Enrique Moreno Báez, El tema del abencerraje en la literatura española, Oviedo: Universidad de Oviedo - Facultad de Filosofía y Letras, 1954.
Luis Seco de Lucena, Los Abencerrajes: leyenda e historia. Granada, 1960 y Orígenes del orientalismo literario. Santander: Universidad Menéndez y Pelayo, 1963.
M. Espinar Frías, "La Alhambra en el cuento medieval: La leyenda de los Abencerrajes". En Medioevo y Literatura. Actas del V Congreso de la Asociación Hispánica de Literatura Medieval. Ed. Juan Paredes. Granada: Universidad, 1995, vol. II, pp. 207-217.