Batalla de Corinto — Los romanos bajo Lucio Mumio derrotan a la Liga Aquea bajo Dieo cerca de Corinto. Corinto es destruida y la Liga Aquea disuelta. Este hito da a Roma el dominio sobre Grecia y con ello, del Mediterráneo. Grecia se convierte en provincia romana.
Macedonia y Grecia se convierten en una sola provincia romana.[1]